domingo, 8 de junio de 2008

Desengaño



De Mir
Para Mir
En uno de sus días tristes


Porque la vida es así
torpe,
sinuosa,
imprevisible.
Hoy te tocó su cara en sombras,
la sacudida eventual
que nos saca del letargo y del sol

Primero fue el asombro.
Después un sentimiento indefinido
parecido a la ira.
Las palabras se frustraron
en tu voz ausente
-las batallas más íntimas
se libran en silencio-

Despaciosamente, el estado más temible,
la tristeza
fue invadiéndote el pecho de ceniza
Es sabido:
cuando se pierde la confianza en otro ser
se pierde un poco de uno mismo
Hoy tu amigo te ha mentido
Y te duele

Te estás dejando ir, levemente,
permitiendo que los fluidos


emanen de tus dedos
sin control.
Aguas que eran cristalinas,
ahora meras marismas

Sin continencia, casi desvergonzadamente.
crece el dolor
Podrías hasta recurrir al autoengaño
para apaciguarlo ...
pero no, no lo has hecho jamás
y no lo harás ahora
ni siquiera por él,
el esperado.

Tendrás que recorrer el espinoso sendero del rencor
hasta que cicatrices.
Hasta que inmersa en imaginarias venganzas,
revanchas circulares, todas ellas,
recuperes un poco del honor perdido,


mancillado,
y emerjas invicta como surge el loto


espléndido de belleza en ciénagas y lodos.

Paso a paso,
palmo a palmo,
se irá iluminando el entorno
El pequeño sol desubicado
te hará sentir que te lame
tibiamente,
restañando la herida.
Un sol hecho con girones de afectos,
aquellos mismos que dejaste tras de ti
los que dejas, aún, día a día,
cariños sinceros
que no mienten
que no engañan
que no manipulan
Tu propio sol personal recreado


Después, como no deseándolo,
comenzarás a sonreir
poco a poco, de nuevo
Y casi sin darte cuenta
junto con el olvido
volverás a creer
Ya lo sabes: creer es como vivir
Y te gusta vivir

Simplemente, porque la vida es así
Así de simple.





MIR



Tanta distancia y para qué




Te vengo pensando
desde ese insomnio a contramano
que me cortó la noche
en dos hemisferios silentes
La luz me descubrió
con vos aún pegado a mi costado
Y el sol del mediodía
se apuntaló en tu piel
mientras yo
le ofrecía la mía en holocausto
Tanta distancia
y para qué!
Si ahora,
que ya es espesa oscuridad
la de mi cuarto,
te siento todavía
vacilando a orillas de mi cuerpo
como una ausencia
que no se resigna
a estar del todo ausente

MIR




Así

Así, como volviendo a ser,
como olvidándose de los gestos,
de los rostros, de los lazos,
de que nos gusta la ópera
y las tardes con sabor agridulce
a naranjas y a estío…
de que una vez tuvimos
un triciclo azul.

Así, como diciendo
esta mano no es mía,
que sería estar negando
toda posible caricia,
toda cicatriz de ternura vieja


Como preguntándonos el nombre
porque sí,
porque se nos ocurre simular
que no sabemos,
que todo
- nosotros, nuestro, tú, yo, tuyo , mío -
es un espacio vacío,
un embarazo interrupto,
como una semilla de tiempo
que no ha podido germinar


MIR

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