viernes, 30 de abril de 2010

Zen y el Arte del Debunkeo

Escrito por Daniel Drasin
Traducido del inglés por Cristian Juri (Arkantos Khan)



Entonces tuvo un encuentro cercano con un OVNI. O un serio interés acerca de la vida extramundana. O pasión por seguir pistas que parecen apuntar hacia la existencia de una realidad más grande. Mencione cualquiera de estas cosas a la mayoría de los científicos en actividad, y esté preparado para cualquier cosa, desde escepticismo paternal, al despiadado ridículo. Después de todo, la ciencia supone ser, puramente, una empresa de dirección rígida, con poca paciencia para nociones “expandidas” de la realidad. ¿Cierto?
Falso.
Como todos los sistemas de búsqueda de la verdad, la ciencia, correctamente conducida, tiene un profundamente expansivo impulso liberador en su núcleo. Este “Zen” en el corazón de la ciencia es revelado cuando el practicante deja a un lado las creencias arbitrarias y preconceptos culturales, y se acerca a la naturaleza de las cosas con “una mente de principiante”. Cuando se hace esto, la realidad puede hablar fresca y libremente, y se puede escuchar más claramente. Una comprobación apropiada y validación objetiva pueden (de hecho *deben*) venir después.
Ver con humildad, curiosidad y ojos frescos, fue una vez el punto principal de la ciencia. Pero hoy es generalmente una historia diferente. A medida que la empresa científica ha sido doblada hacia la expoliación, institucionalización, hiperespecialización y nueva ortodoxia, se ha preocupado incrementalmente por hechos desconectados en una aspiradora psicológica, social y ecológica. Tan desconectada se ha vuelto la ciencia oficial del gran esquema de la cosas, que tiende a negar o descartar dominios enteros de la realidad y a satisfacerse con reducir toda la vida y la conciencia a física muerta.
A medida que cambia el milenio, la ciencia parece, de muchas maneras, estar pisando el cansado camino de las religiones que presumió reemplazar. Donde la libre desapasionada investigación una vez reinó, las emociones ahora se elevan en la defensa de una fundamentalizada “verdad científica”. A medida que las anormalidades se apilan por encima del mar de la negación, defensores de la Fe y el Reino se aferran, con cada vez mayor prepotencia, al casco de un paradigma que se hunde. Enfrentados con evidencia provocativa de cosas ni soñadas por su filosofía, muchos veteranos científicos se revierten a una especie de escepticismo infantil, caracterizado por fe ciega en el familiar absolutismo. No es sorprendente, entonces, que tantos campos prometedores de investigación se mantengan reducidos a la superstición, ignorancia, negación, desinformación, tabú… y debunkeo (sigan leyendo que el término se aclara).
¿Qué es debunkery? Esencialmente es el intento de *debunkear* (invalidar) nueva información sustituyendo al método científico por propaganda cientificista.
Para bajar esta clase de comportamiento pseudocientífico a un osado (en tanto cómico) descargo, compuse una útil guía de “cómo hacer” para los aspirantes a debunkers, con una sección especial dedicada a debunkear la inteligencia extraterrestre (tal vez el tema más agresivamente debunkeado en la totalidad de la historia moderna). Como será obvio al lector, he llevado algunas de estas estrategias de debunkeo más allá de la línea de lo absurdo para hacer claro el punto. Por el resto, su inherentemente falaz racionamiento, lógica torcida y plana estupidez va a sonar frustrantemente familiar a quienes se han atrevido a explorar por debajo del océano de la negación e intentaron, de buena fe, reportar lo que encontraron ahí.
Sin más agregados:

COMO DEBUNKEAR CUALQUIER COSA

Parte 1: Debunkeo General
  • Antes de comenzar a debunkear, prepare su equipamiento. Equipo necesario: una silla con apoyabrazos.
  • Ponga la cara correcta. Cultive un aire condescendiente que sugiera que sus opiniones personales están respaldadas por la total fe y crédito de Dios. Emplee términos vagos, subjetivos y despectivos como “ridículo” o “trivial” en una manera que sugieran que tienen la fuerza total de la autoridad científica.
  • Muestre a la ciencia no como un proceso de descubrimiento de final abierto, sino como una guerra santa en contra de hordas sin gobierno de infieles adoradores de lo raro. Como en la guerra, el fin justifica los medios, puede enredar, estirar o violar el método científico, o incluso omitirlo completamente, en el nombre de defender el método científico.
  • Mantenga sus argumentos tan abstractos y teóricos como sea posible. Esto va a “enviar el mensaje” de que la teoría aceptada está por encima de cualquier evidencia que la pueda enfrentar (y que por lo tanto no vale la pena examinar ninguna evidencia de ese estilo).
  • Refuerce el popular concepto erróneo de que ciertos temas son inherentemente no científicos. En otras palabras, deliberadamente confunda el *proceso* de la ciencia con el *contenido* de la ciencia. (Alguien puede, por supuesto, objetar que, como la ciencia es un acercamiento universal a la búsqueda de la verdad, debe ser neutral al objeto del tema; por lo cual, sólo el *proceso* investigativo puede ser científicamente responsable o irresponsable. Si eso ocurre, desestime tales objeciones usando un método empleado con éxito por generaciones de políticos: simplemente reasegúrele a todos que “¡no hay contradicción aquí!”).
  • Haga parecer que su mensaje es repetido por personas con autoridad. El grado al cual usted puede estirar la verdad es directamente proporcional al prestigio de su boca.
  • Siempre refiérase a los postulados no ortodoxos como “suposiciones”, que son “soltadas”, y sus propias aserciones como “hechos”, que son “indicados”.
  • Evite examinar la evidencia. Esto le permite decir con impunidad, “¡No he visto absolutamente ninguna evidencia que apoye a tan ridículos reclamos!” (Note que esta técnica ha sobrevivido al paso del tiempo y data de, al menos, la era de Galileo. ¡Simplemente rehusándose a mirar a través de su telescopio, las autoridades eclesiásticas le compraron a la Iglesia más de 3 siglos de negación libre y transparente!).
  • Si examinar la evidencia se vuelve inevitable, reporte que “¡no hay nada nuevo aquí!” Si es confrontado con un fuerte cúmulo de evidencias que han resistido las pruebas más rigurosas, simplemente desestímelas por ser “solo un puñado”.
  • Iguale el componente escéptico necesario de la ciencia con *toda* la ciencia. Enfatice los elementos estrechos, rigurosos y críticos de la ciencia hasta la exclusión de la intuición, inspiración, exploración e integración. Si alguien objeta, acúselos de ver a la ciencia en términos exclusivamente difusos, subjetivos o metafísicos.

  • Insista en que el progreso de la ciencia depende de explicar lo desconocido en términos de lo conocido. En otras palabras, ciencia es igual a reduccionismo. Puede aplicar el enfoque reduccionista en cualquier situación, descartando más y más evidencia, hasta que lo poco que queda pueda finalmente ser explicado enteramente en términos del conocimiento establecido.
  • Ponga en escena el hecho que la investigación libre y la discusión legítima son partes normales de la ciencia.
  • Póngase a disposición de los productores de los medios que buscan un “informe balanceado” de las visiones no ortodoxas. Sin embargo, acepte participar sólo en aquellas presentaciones donde los tiempos y las tendencias a-priori, imposibilitan tales lujos como la discusión, el debate y el examen cruzado.
  • En cada oportunidad, refuerce la noción de que lo que es familiar es necesariamente racional. Lo no familiar es, por lo tanto, irracional, y consecuentemente inadmisible como evidencia.
  • Sentencie categóricamente que lo no convencional puede ser desestimado como, en el mejor de los casos, una honesta mala interpretación de lo convencional.
  • Caracterice a sus oponentes como “creyentes sin sentido crítico”. Sumariamente desestime la noción que, debunkear en sí mismo, traiciona una creencia sin sentido crítico, más allá del status quo.
  • Mantenga que en investigaciones de fenómenos no convencionales, una sola falla lo invalida todo. En contextos convencionales, sin embargo, puede sabiamente recordarle al mundo que “después de todo, las situaciones son complejas y los seres humanos son imperfectos”.
  • La “Navaja de Occam”, o el “principio de la parsimonia”, dice que la explicación correcta de un misterio va a involucrar comúnmente los principios fundamentales más simples. Insista, por eso, que la explicación más familiar es, por definición, ¡la más simple! Implique fuertemente que la Navaja de Occam no es meramente una regla filosófica sino una ley inmutable.
  • Desaliente cualquier estudio de la historia que pueda revelar a los dogmas de hoy como la herejía de ayer. De la misma manera, evite discutir muchos paralelos históricos, filosóficos y espirituales entre ciencia y democracia.
  • Como el público tiende a tener poco clara la distinción entre evidencia y prueba, haga su mejor esfuerzo para ayudar a mantener esta oscuridad. Si hay falta de prueba absoluta, sentencie categóricamente que “¡no hay evidencia!”.
  • Si se ha presentado suficiente evidencia para asegurar una mayor investigación de un fenómeno inusual, argumente que “¡la evidencia por sí sola no prueba nada!” Ignore el hecho de que la evidencia preliminar no se supone que deba probar nada.
  • En cualquier caso, implique que la prueba precede a la evidencia. Esto eliminará cualquier posibilidad de iniciar cualquier proceso de investigación significante (particularmente si aún no se ha establecido un criterio de prueba para el fenómeno en cuestión).
  • Insista en que un criterio de prueba no puede ser establecido para ¡un fenómeno que no existe!A pesar de que la ciencia no se supone que tolere vagos o dobles estándares, siempre insista en que los fenómenos no convencionales deben ser juzgados por separado, peor definido, conjunto de reglas científicas. Haga esto declarando que “las suposiciones extraordinarias requieren de evidencia extraordinaria” (pero asegúrese de nunca definir dónde termina lo “ordinario” y comienza lo extraordinario). Esto le permitirá crear un infinitamente lejano horizonte de evidencias; por ejemplo, definir evidencia “extraordinaria” como algo que se encuentra fuera del alcance en cualquier punto en el tiempo.
  • Del mismo modo, insista con clases de evidencia que son imposibles de obtener. Por ejemplo, declare que los fenómenos aéreos no identificados sólo pueden ser considerados reales si los podemos traer a laboratorios para golpearlos con martillos y analizar sus propiedades físicas. Saltee los logros de las ciencias inferenciales (la Astronomía, por ejemplo, que funciona bien sin traer planetas, estrellas, galaxias y agujeros negros a los laboratorios para golpearlos con martillos).
  • Practique debunkeo por asociación. Junte todos los fenómenos popularmente tildados de paranormales y sugiera que quienes los proponen e investigan hablan con una misma voz. De esta manera usted puede, indiscriminadamente, arrastrar material entre líneas de distintas disciplinas de un caso a otro para darle soporte a su visión como sea necesario. Por ejemplo, si una suposición tiene alguna similitud superficial con la que se está tratando y ha sido (o se ha asumido popularmente que ha sido) expuesta como fraudulenta, cítela como si fuera un ejemplo apropiado. Entonces ponga una sonrisa presuntuosa, recuéstese en su sillón y sólo diga “dejo expuesto mi caso”.
  • Use la palabra “imaginación” como un epíteto que se aplico sólo a ver lo que *no* está ahí, y no para negar lo que *está* ahí.
  • Si un número significante de gente está de acuerdo en que han observado algo que viola la realidad consensuada, simplemente inscríbalo como “alucinación masiva”. Evite tratar la posibilidad de que la realidad consensuada pueda, en sí misma, constituir una alucinación masiva.
  • Ridiculice, ridiculice, ridiculice. Es por lejos el arma más asombrosamente efectiva en la guerra en contra de los descubrimientos y la innovación. Ridiculizar tiene el poder único de hacer que gente, de virtualmente cualquier nivel de persuasión, se vuelva completamente inconsciente en un parpadeo. Sólo falla en aquellos pocos de mente suficientemente independiente como para no caer en el tipo de consenso emocional que la ridiculización provee.
  • Con la insinuación y ejemplo apropiado, implique que la ridiculización constituye una parte esencial del método científico que puede elevar el nivel de objetividad y desapasionamiento con el cual cualquier investigación es conducida.
  • Si se encuentra presionado acerca de sus novedosas interpretaciones del método científico, declare que “la integridad intelectual es un asunto sutil”.
  • Implique que los investigadores de lo no ortodoxo son sectarios. Sugiera que para investigar la existencia de algo, uno debe primero creer en ello absolutamente. Entonces declare que tales “verdaderos creyentes” conocen todas las respuestas a sus más difíciles preguntas con completo detalle por adelantado. Convenza a la gente de su propia sinceridad reasegurándoles que a usted mismo “le encantaría creer en estos fantásticos fenómenos”. Cuidadosamente dé un paso al costado respecto del hecho de que la ciencia no se trata de creer o descreer, sino de buscar.
  • Use “humo y espejos”, por ejemplo, ofuscación e ilusión. Nunca olvide que una resbalosa mezcla de hechos, opiniones, insinuaciones, información fuera de contexto y completas mentiras van a engañar a la mayoría de la gente la mayor parte del tiempo. Tan poco como un décimo de hechos y nueve de m*erda, usualmente va a funcionar. (¡Algunos debunkeadores veteranos usan dilusiones homeopáticas de hechos con increíble éxito!) Cultive el arte de moverse atrás y adelante entre hechos y ficción tan indetectablemente que el más débil fundamento de verdad va a parecer siempre soportar la entera edificación de su opinión.
  • Emplee “TCP”: Técnicamente Correcta Pseudo-refutación. Ejemplo: si alguien comenta que todas las grandes verdades comenzaron como blasfemias, responda inmediatamente que no todas las blasfemias se han convertido en grandes verdades. Debido a que su respuesta fue técnicamente correcta, nadie va a notar que realmente no refutó el comentario original.
  • Trivialice el caso, trivializando el campo entero en cuestión. Caracterice el estudio de fenómenos ortodoxos como profundo y con alto requerimiento de tiempo, mientras juzga al de los fenómenos no ortodoxos como algo tan insubstancial como para no demandar más que un rastreo de las revistas. Si es presionado acerca de esto, simplemente diga “¡pero no hay nada ahí que estudiar!” Caracterice a cualquier investigador serio de lo no ortodoxo como “extraño” (buff) o “freak”, o como “poseedor de un estilo propio” (el código favorito de los medios para “falso”).
  • Recuerde que la mayoría de la gente no tiene suficiente tiempo o experiencia para una discriminación cuidadosa, y tiende a aceptar o rechazar la totalidad de una situación extraña. Por lo tanto, desacredite la historia por completo intentando desacreditar *parte* de la historia. Aquí está el cómo: a) tome un elemento de un caso completamente fuera de contexto; b) busque algo prosaico que, hipotéticamente pueda explicarlo; c) declare que, por lo tanto, ese elemento ha sido explicado; d) llame a una conferencia de prensa y anuncie al mundo que ¡el caso entero ha sido explicado!
  • Contrate los servicios de un mago de escenario profesional que pueda imitar el fenómeno en cuestión; por ejemplo, PES, psicokinesis o levitación. Esto convencerá al público que los demandantes o testigos originales de tales fenómenos, deben haber sido (o engañados por) talentosos magos de escenario que falsificaron el fenómeno original en la misma precisa forma.
  • Encuentre un fenómeno prosaico que, para el no iniciado, parezca el fenómeno en cuestión. Entonces sugiera que la existencia de un parecido, de alguna forma, prohíbe la existencia del artículo genuino. Por ejemplo, implique que, como la gente por lo general ve “caras” en piedras y nubes, la enigmática Cara de Marte debe ser una ilusión similar y, por lo tanto, no puede ser artificial.
  • Cuando un fenómeno no explicado demuestra evidencias de inteligencia (como en el caso de los misteriosos crop circles) enfóquese exclusivamente en el mecanismo que podría haber sido usado por la inteligencia, en lugar de la inteligencia que podría haber usado el mecanismo. Cuanta más atención le dedique al mecanismo, más fácilmente podrá distraer a la gente de considerar la posibilidad de inteligencia no ordinaria.
  • Acuse a los investigadores de fenómenos inusuales de creer en “fuerzas invisibles y realidades extrasensoriales”. Si ellos señalan que las ciencias físicas *siempre* han lidiado con fuerzas invisibles y realidades extrasensoriales (¿gravedad? ¿electromagnetismo?…) responda con una risa ahogada condescendiente que “es una interpretación inocente de los hechos”.
  • Insista que la ciencia occidental es completamente objetiva, y está basada en asunciones no inestables, protegidas de creencias o intereses ideológicos. Si ocurre que un fenómeno extraño o inexplicable es considerado verdadero y/o útil para una sociedad no occidental u otra tradicional, lo puede descartar como un “idea incorrecta”, “superstición medieval” o “cuento de hadas”.
  • Etiquete cualquier fenómeno pobremente entendido como “oculto”, “paranormal”, “metafísico”, “místico”, “sobrenatural” o “new-age”. Esto va a poner a la mayoría de los científicos de la corriente principal fuera del caso por motivos puramente emocionales. Si es afortunado, esto puede retrasar cualquier investigación responsable de tal fenómeno por décadas ¡o incluso siglos!
  • Haga preguntas que parezcan contener conocimiento generalmente asumido que apoye su visión; por ejemplo, “¿por qué no hay oficiales de policía, pilotos militares, controladores de tráfico aéreo o psiquiatras que reporten OVNIs?” (Si alguien apunta que hay tales personas, insista que esos deben ser mentalmente inestables).
  • Haga preguntas sin respuesta basadas en criterios arbitrarios de prueba. Por ejemplo, “si esto fuera cierto, ¿por qué no lo hemos visto en TV?” o “¿en esta revista científica?” Nunca olvide la madre de todas las preguntas: “Si los OVNIs son extraterrestres, ¿por qué no han aterrizado en el parque de la Casa Blanca?”.
  • Similarmente, refuerce la ficción popular de que nuestro conocimiento científico es completo y terminado. Haga esto asegurando que “si tal y tal fuera verdad, ¡ya sabríamos acerca de eso!”
  • Recuerde que puede fácilmente aparentar refutar los dichos de cualquiera construyendo “hombres de paja” a demoler. Una forma de hacer esto es citar equivocadamente sus dichos mientras preserva ese convincente grano de verdad; por ejemplo, actuando como si ellos hubieran intentado la extrema de la posición que han tomado. Otra estrategia efectiva, con una larga historia de éxitos, es simplemente replicar en forma errónea sus experimentos (o evitar replicarlos del todo diciendo que “hacer eso sería ridículo o estéril”). Para hacer el proceso entero aún más fácil, responda, no a sus dichos, sino a sus dichos como fueron reportados por la prensa, o propagados por el mito popular.
  • Insista en que tal y tal dicho no ortodoxo, no es científicamente comprobable porque ninguna organización que tenga algo de autorespeto financiaría tan ridículas pruebas.
  • Sea selectivo. Por ejemplo, si una práctica de curación no ortodoxa ha fallado en revertir un caso de enfermedad terminal, puede juzgarla inútil (mientras se asegura de evitar mencionar las carencias de la medicina convencional).
  • Responsabilice a los demandantes de los valores de producción y pólizas editoriales de cualquier medio o prensa que reporte sus dichos. Si un evento inusual o inexplicable es reportado en una forma sensacionalista, use esto como prueba de que el evento en sí debió ser sin substancia o valor.
  • Cuando un testigo o demandante dice algo en una manera que es científicamente imperfecta, trate esto como si no fuera científico del todo. Si no es un científico acreditado, argumente que sus percepciones no pueden haber sido objetivas.
  • Si no puede atacar los hechos de un caso, ataque a los participantes (o al periodista que reportó el caso). Argumentos *Ad-Hominem*, o ataques personales están entre las formas más poderosas de desplazar al público y evitar la investigación, acúselos de “¡beneficiarse financieramente de actividades conectadas con su investigación!” Si la investigación, publicación, charlas y esas cosas, constituyen su línea normal de trabajo o su único medio de supervivencia, sostenga como hecho que son “¡pruebas concluyentes de que se están obteniendo ingresos de tales actividades!” Si ha trabajado para obtener reconocimiento público por su trabajo, puede caracterizarlos tranquilamente como “buscadores de publicidad”.
  • Fabrique la experiencia de soporte que sea necesaria, citando las opiniones de aquellos cuyo campo es popularmente asumido que incluyen el conocimiento necesario. Los astrónomos, por ejemplo, pueden ser expuestos como expertos en la cuestión OVNI, a pesar de que cursos en ovnilogía nunca han sido un requisito para graduarse en Astronomía.
  • Invente confesiones. Si un fenómeno se niega obstinadamente a desaparecer, prepare a un par de vejetes que digan que fueron quienes fabricaron el engaño. La prensa y el público siempre tenderá a ver las confesiones como motivadas sinceramente, y abandonará puntualmente sus facultades críticas. A fin de cuentas, nadie quiere aparecer como falto de compasión por pecadores arrepentidos.
  • Invente fuentes de desinformación. Proclame que usted ha “¡encontrado a la persona que inició el rumor de que tal fenómeno existe!”.
  • Invente proyectos de investigación. Declare que “¡estas afirmaciones han sido completamente desacreditadas por los más grandes expertos en la materia!” Haga esto más allá de si tales expertos han estudiado tales afirmaciones, o, por lo que importa, si incluso existen.

Parte 2: Debunkeando Inteligencia Extraterrestre

  • Indique que un objeto volador “no identificado” es sólo eso, y no puede ser automáticamente asumido como extraterrestre. Haga esto haya o no haya sido asumido como extraterrestre por alguien involucrado.
  • Iguale las leyes de la naturaleza con nuestro actual conocimiento de las leyes de la naturaleza. Entonces etiquete a todos los conceptos como antigravedad o desplazamiento interdimensional como meras suposiciones porque “la ciencia de hoy día no puede explicarlo, entonces no puede existir”. Entonces, si una nave anómala es reportada por haberse desplazado silenciosamente, por haber hecho giros en ángulo recto a velocidades supersónicas y luego desaparecer instantáneamente, usted puede sumariamente deshechar el reporte.
  • Declare que no hay prueba de que la vida pueda existir en el espacio exterior. Como la mayoría de la gente todavía se comporta como si la Tierra fuera el centro del Universo, usted puede tranquilamente ignorar el hecho de que la Tierra, la cual ya está en el espacio exterior, tiene abundante vida.
  • Apunte que el programa oficial SETI asume por adelantado que la inteligencia extraterrestre puede sólo existir años-luz de distancia de la Tierra. Tome esta asunción a-priori como prueba conclusiva; entonces insista que esto invalida todos los reportes de contactos ET en la Tierra.
  • Si se presenta fuerte evidencia para el accidente de un OVNI o algún caso similar, provea miles de páginas de información detallada acerca de proyectos militares anteriormente secretos que puedan concebiblemente responder por eso. Cuanto más voluminosa sea la información, menor es la necesidad de demostrar cualquier conexión entre el evento reportado y el proyecto militar.
  • Cuando alguien produce la pretendida evidencia física de tecnología extraterrestre, apunte a que ningún análisis puede probar que su origen es extraterrestre; a fin de cuentas, puede ser producto de un perfectamente ordinario ultra secreto laboratorio subterráneo gubernamental. La única excepción sería la evidencia obtenida de un aterrizaje en el césped de la Casa Blanca (la única circunstancia universalmente aceptada por generaciones de escépticos como concluyente certificado de origen extraterrestre).
  • Si fotografías u otro medio visual mostrando fenómenos aéreos anómalos han sido presentadas, discuta que como las imágenes pueden ser actualmente manipuladas en forma digital, no prueban nada. Afirme esto sin importar la cantidad del material o las circunstancias de su adquisición. Insista que cuanto mejor sea la calidad de una foto de un OVNI, más grande es la posibilidad de un fraude. ¡Las fotos que han pasado todas las pruebas conocidas pueden ser tenidas entonces como las más perfectamente fraudulentas de todas!
  • Discuta que todos los reportes de humanoides extraterrestres deben ser falsos porque la evolución de la forma humanoide en la Tierra es el resultado de un número infinito de accidentes en un entorno genéticamente aislado. Evite responder a la lógica proposición de que si visitas interestelares han ocurrido, la Tierra no puede ser considerada genéticamente aislada en primer lugar.
  • Discuta que los extraterrestres harían o no harían, deberían o no deberían, pueden o no pueden comportarse de determinadas formas, porque tal comportamiento sería o no sería lógico. Base sus nociones de lógica en como los extraterrestres se comportarían o no se comportarían. Como los terrestres se comportan en todas las formas, puede teorizar cualquier tipo de comportamiento que se ajuste a sus argumentos.
  • Estereotipé los dichos sobre contactos de acuerdo con escenarios simplistas que estén bien establecidos en la imaginación colectiva. Si un contacto ET reportado parece no haber tenido consecuencias negativas, sarcásticamente acuse al contactado de creer devotamente que “¡ETs benévolos han venido a salvarnos mágicamente de autodestruirnos!” Si alguien dice haber sido traumatizado por un contacto ET, descártelo como “un clásico caso de histeria”. Si los contactados remarcan la esencial humanidad y limitaciones de ciertos ETs que dicen haber conocido, pregunte “¿por qué estos seres omnipotentes no han ofrecido resolver todos nuestros problemas por nosotros?”
  • Cuando testigos reticentes de un encuentro dan un paso al frente, acúselos de “buscar fama” indiscriminadamente con sus extrañas historias.
  • Pregunte porqué los supuestos contactados y abducidos no han recibido infecciones alienígenas. Rechace como “absurda” toda evidencia médica que sugiera que tal cosa pudo, de hecho, ocurrir. Categorice como “pura ciencia-ficción” la idea de que el entendimiento sobre inmunología de los alienígenas pueda estar más avanzado que el nuestro, o que los microorganismos alienígenas puedan estar lo suficientemente limitados en sus habilidades para interactuar con nuestros sistemas biológicos. Sobre todo, deseche cualquier cosa que pueda resultar en una investigación del asunto.
  • Viaje a China. Al regresar, reporte que “nadie allí me dijo haber visto OVNIs”. Insista en que eso prueba que no hay reportes de OVNIs fuera de los países cuya población está sobreexpuesta a la ciencia ficción.
  • Cuando la regresión hipnótica haya rendido testimonios de contactados en casos separados y completamente independientes, argumente que la hipnosis es probablemente poco confiable, y es siempre inútil en manos de practicantes no acreditados. Asegúrese de agregar que los sujetos deben haber tenido contacto con la literatura de contacto-ET, y que, cualquiera sean sus credenciales, los hipnotistas involucrados deben haber hecho preguntas guiadas.
  • Si alguien dice haber sido impactado emocionalmente por una experiencia de contacto, señale que las emociones fuertes pueden alterar las percepciones. Por lo tanto, los recuerdos del sujeto deben ser completamente carentes de confianza.
  • Mantenga que no puede haber un encubrimiento gubernamental de la cuestión ET… pero que existe por ¡legítimas razones de seguridad nacional!
  • Acuse a los teóricos de la conspiración de ser ¡teóricos de la conspiración y de creer en conspiraciones! Insista en que sólo teorías *accidentalistas* pueden explicar posiblemente patrones repetidos organizados de actividades de supresión, negación y desinformación.
  • Si ocurriera el peor de los escenarios (por ejemplo, uno donde la inteligencia extraterrestre es aceptada de repente como un misterio global de proporciones milenarias) sólo recuerde que el público tiene poca memoria. Simplemente tómelo como una “victoria para el método científico” y diga despectivamente, “Bueno, todo el mundo sabe que este es un asunto significativamente monumental. ¡De hecho, mis colegas y yo hemos estado comentando esto por años!”
NOTA: Intentamos hallar la imagen de algunos autorotulados “escépticos” que hayan cambiado la historia con sus conocimientos para ilustrar este artículo, pero nos encontramos con que tales personas nunca existieron.

http://www.mysteryplanet.com.ar/site/?p=599

EL FRAUDE DE LOS ESCEPTICOS

Manu es un amigo que siempre anda viajando. No importa por qué recóndito lugar se encuentre deambulando que no deja por ello de responder mis mails. Eso de por sí me impacta y muy agradablemente. Debo confesar que no conocía este texto. Tuve acceso ayer cuando Ricardo Alberca le escribió en Otras Inteligencias, el grupo yahoo del que ambos somos owners, a Leo Zambrano con ocasión de la entrevista que antecede este post.
Y me he reido tanto, tanto, tantísimo que quiero compartirlo con todos vosotros

He aquí la pieza de Manuel Carballal:


EL FRAUDE DE LOS ESCÉPTICOS
por Manuel Carballal



No solo de crédulos vive el fraude. Si bien en numerosas ocasiones hemos afrontado los engaños y estafas de los falsos videntes, este mes dirigimos nuestro ojo crítico hacia otro tipo de "bi-dentes", provistos de no menos afilados dos colmillos. Otra suerte de vampiros que, escudados tras un torpe disfraz pseudocientífico, intentan exprimir el mundo del misterio en pro de sus ambiciosos intereses personales. La historia de la ciencia está llena de ejemplos. Nada más pesado que el aire podía volar, la electricidad era una moda pasajera e inútil y del cielo no podían caer piedras sencillamente porque en el cielo no hay piedras. Y a pesar de esas categóricas afirmaciones, los aviones vuelan, la electricidad dirige controla civilización y los meteoritos existen.

Actualmente existe un colectivo de pseudocientíficos que, autodenominándose falsamente "escépticos" atacan sistemáticamente toda manifestación de planteamientos heterodoxos relacionados con el misterio. Y digo pseudocientíficos porque ya decía Voltaire que "es la ignorancia la que niega o afirma, la ciencia siempre duda". Y eso es lo que significa el término "escéptico", el que duda. Sin embargo los calificativos que con frecuencia los "pseudo-escépticos" otorgan a los fenómenos anómalos dejan poco lugar a dudas: "tonterías", "babosadas", "jilipolleces", "estupideces"... Sus cerebros superdotados no necesitan desplazarse al lugar de los hechos ni interrogar a los testigos para sacar sus conclusiones. Esta postura quedaba muy bien reflejada en una de sus publicaciones (La Alternativa Racional, Nº 32, pag.42) al criticar el libro del conocido ufólogo Josep Guijarro. Luis Alfonso Gámez, cabecilla del pseudo-escèpticismo español condenaba el libro "Infiltrados" con la siguiente sentencia: "Después de leer en la portada el nombre del autor, el miedo a perder la integridad mental me impidió proseguir. Mas vale cobarde vivo que valiente descerebrado". Por supuesto solo los humildes mortales necesitamos leer un libro para poder juzgarlo... ¿Pero no decían que la E.S.P. no existe?

En mayo de 1976 se celebraba en USA una reunión patrocinada por la Asociación Humanista Americana que daría como resultado la fundación del CSICOP, el "Vaticano" del movimiento pseudo-escéptico (me resisto a aceptar el término escéptico para este movimiento de fundamentalismo pseudo-científico), al que siguió la fundación de agrupaciones similares en diferentes países; como el Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia o la española Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP). En España, por citar solo un ejemplo, los autodenominados "escépticos" se han convertido en contertulios habituales en todo debate sobre Ovnis, parapsicología o fenómenos paranormales. Y resulta sospechoso que tan solo obtengan protagonismo en ese tipo de programas, y no en coloquios o debates pertenecientes a sus respectivas disciplinas, lo que ha llevado a algunos autores a la conclusión de que de esta forma subliman su mediocridad académica (los pocos que tienen titulación universitaria) obteniendo fama, popularidad y dinero atacando sistemáticamente todo fenómeno paranormal. Es evidente que abundan el fraude y los errores de apreciación en el mundo de los llamados fenómenos anómalos pero, como en todo campo del conocimiento, se precisa dedicación y experiencia en una disciplina para poder emitir juicios razonables sobre ella. Por eso solo los expertos en física pueden emitir opiniones sólidas sobre física, solo los astrónomos pueden hablar con conocimiento de astronomía y solo los médicos pueden dictaminar con propiedad diagnósticos médicos. ¿Porqué entonces periodistas no especializados, médicos, agentes de seguros o programadores de ordenador emiten juicios radicales contra todo fenómeno paranormal en debates sobre Ovnis, parapsicología, etc.? ¿Porqué entonces no acuden ufólogos o parapsicólogos a programas y debates sobre informática, biología o astronomía? El resultado es que las afirmaciones de estos pseudo-escépticos resultan con frecuencia ridículas y serían divertidas de no resultar tan patéticas. Andrés San Juan, asesor ¿científico? de Alternativa Racional a las Pseudociencias y experto en la vida sexual de las moscas (sobre tan estimulante tema realizó su tesis biológica) acusaba a las universidades de perder tiempo y dinero en la investigación parapsíquica, retirando presupuestos de otros temas más importantes para la ciencia (como la sodomía en los moscardones de la Patagonia). Jesús Martínez Villarro, ex-editor de La Alternativa Racional (boletín de ARP) afirmaba que el OVNI grabado magnetofónicamente en Bilbao era en realidad la masturbación de un sapo partero (digo masturbación porque solo se escuchan "cantos sexuales" de un Alytes Obstetricans, que según ARP era el origen de la grabación OVNI). Por no hablar de las categóricas afirmaciones de estos "científicos", de que la mayoría de Ovnis avistados en España (incluso por pilotos, meteorólogos, etc.) en realidad eran rayos en bolas... Rayos en bolas, "masturbaciones" de sapos, vida sexual de las moscas... alguien podría pensar maliciosamente que los escépticos tienen algún tipo de trastorno de la lívido, y lo cierto es que recientemente los investigadores descubrían que uno de los mayores fraudes en la historia de la ufología española, el alffaire UMMO, había sido perpetrado precisamente por uno de estos "escépticos" aprovechando el mito generado por él para materializar sus fantasías sadomasoquistas.

Por supuesto cada uno es muy libre de vivir su sexualidad como prefiera, siempre y cuando no se aproveche de la credulidad ajena para abusar del prójimo escudado tras un falso rigor científico. Y lo cierto es que Freud podría sacar sugerentes conclusiones de las explicaciones que los pseudo-escépticos dan a muchos casos paranormales. No deja de ser curioso que en un reciente estudio grafológico realizado sobre 5 ufólogos de campo y 5 ufólogos de salón, en al menos tres de estos últimos se detectasen curiosos aspectos sexuales, incluso indicios de demencia. Pero el "sexo escéptico" es lo de menos. Analizando las explicaciones que algunos patriarcas de la "ufología científica" dan a algunos casos debemos sentir terror. En su pretenciosa "Enciclopedia de los encuentros cercanos con Ovnis" (Pag. 236 a 238) Vicente Juan Ballester Olmos explicaba algunos casos de aterrizajes OVNI como fraudes o confusiones con "Venus", "un bidón de aceite", "un feto", "algas marinas", "un objeto corriente" (?), "Hombres de Cruz Roja", la "ventana de una casa", una señal de tráfico, un "bidón marino", una "tienda de campaña", un "mono", una "lechuza", una "fantasía de sordomudo", un cura, una "rueda de camión", etc. La verdad es que una rueda de camión, por aquello de ser redonda, nos recuerda más al típico Platillo Volante, pero ¿como se puede confundir un OVNI con un cura, un mono, o una lechuza? ¿Tienen los sordomudos fantasías más ufológicas que el resto de los mortales? ¿Que es un "objeto corriente"? No resulta extraño que los testigos OVNI prefieran romper relaciones con los investigadores cuando un "científico" les dice que el OVNI que han visto era un bidón de aceite, o un feto humano... (?) Es una forma de llamarles imbécil.

Hace pocas semanas estos preclaros "científicos", encabezados por Ballester Olmos (quien también carece de ninguna titulación universitaria) resolvían el caso OVNI más documentado de España. El 11/11/79 un OVNI provocó un aterrizaje de emergencia de un Supercaravelle en el aeropuerto de Manises, el scramble (misión de interceptar) de un caza que persiguió el OVNI durante cientos de kilómetros y la inquietud de los controladores, director del aeropuerto y vecinos de Manises. Según estos "científicos" el OVNI en realidad eran dos chimeneas de una fábrica en Argelia (?). Y aunque pueda parecer choteo, que un empleado de una fábrica de coches le diga a un piloto de combate (cuya titulación equivale a una carrera universitaria superior) que el OVNI que estuvo persiguiendo por toda España eran dos chimeneas argelinas se considera "ufología seria". Ante estas afirmaciones quienes no compartimos la HET (Hipótesis extraterrestre) para el fenómeno OVNI hemos de aceptar que la HET única aplicable a los ufólogos científicos, pero la Hipótesis Etílica. Porque no se pueden decir tantas sandeces estando sobrio. A menos que existan intereses ocultos por explicar, por absurda que sea la explicación, todo enigma. ¿Y cuales pueden ser esos intereses? Tal vez la respuesta la encontremos en una carta de Felix Ares de Blas, fundador y líder "espiritual" de ARP. En dicha carta el principal "escéptico" español aclaraba que cobra un cuarto de millón de pesetas por cada conferencia contra los fenómenos paranormales. Naturalmente si la conferencia es en inglés el precio es algo mayor. La verdad es que ante tan sustanciosos honorarios resulta comprensible tanta bisceralidad para demostrar que lo paranormal no existe.

No importa que ataquen nuestra yugular en nombre de la espiritualidad o de la ciencia. Los vampiros succionan la sangre del mundo del misterio con la misma voracidad en un extremo u otro. Y todos sabemos que los extremos se tocan.

Fuente: http://www.ctv.es/USERS/xfiles/xfiles/par002.htm

jueves, 8 de abril de 2010

Entrevistando a Leopoldo Zambrano Enríquez, el ufólogo de los aforismos


“Un Momento Para Crear, Una Eternidad Para Creer”.


ENTREVISTANDO A LEOPOLDO ZAMBRANO ENRIQUEZ, EL UFOLOGO DE LOS AFORISMOS, por Mir.Rodríguez Corderí


"Información Sin Fuente, No Es Fuente De Información".

“Y haciendo un poco de historia nos volveremos atrás para recordar las glorias de mis días de chaval”.

Esta frase de La profecía de Rafael de León me sirve de introducción a esta pregunta: ¿Qué sentía el niño ante los misterios? ¿Cuál lo fascinaba?
Cuando se inició mi interés por los OVNI's, casi fue a la par de mi descubrimiento del espacio. En esa época de mi existencia la ciencia ficción llenaba mi mundo, y fue entonces cuando la idea de que el Universo podría estar lleno de vida rondaba mi mente. Sin embargo, y a pesar de ser aún un niño, leía libros de ciencia, enciclopedias y demás.

En 1980, con 13 años, mi panorama se abrió aún más con la emisión vespertina de "COSMOS" de Carl Sagan, a quien entonces no conocía y qué más tarde me enteraría que siempre fue un gran entusiasta de la vida en el Universo. Me identifiqué con él cuando describe cómo, de pie en su jardín, extendía los brazos al cielo esperando ser transportado a "Barsoom". Pero nada pasó. A la par de mi incursión en la ciencia gracias a este gran astrofísico, mi interés por el fenómeno OVNI cobraba más fuerza, a tal grado de hacer investigaciones por cuenta propia a la edad de 17 años. Ya había leído a varios autores del tema; Salvador Freixedo, Hans Holzer, Tomás Doreste, Rodolfo Benavides, Jacques Bergier, Ion Hobana, Frank Edwards, Antonio Ribera, y por supuesto Erich Von Däniken, entre muchos más.

Pero no puedo negar que en esa época me movía más el entusiasmo que el conocimiento, sin embargo deseaba aprender más. Fue entonces que traté de compaginar lo aprendido en "Cosmos" con la investigación de campo, y eso me dio como resultado llevar una incipiente metodología que sólo consistía en la toma de datos (testimonio), tratar de recabar evidencias (muestras) y posteriormente intentar definir qué había pasado en realidad.

En la mayoría de los casos no se podía conseguir esto, pues los relatos de un testigo variaban con respecto al de otro en el mismo suceso y no había una evidencia qué revisar. La frustración me llevó a buscar un contacto más cercano con los protagonistas de las notas OVNI, que por azares del destino me condujo a una charla de Juan José Benítez en 1988, cuando presentaba su libro "El Testamento De San Juan", en una librería local (Castillo).

En esa reunión conocí a un contactado, ahora famosos en el mundillo OVNI, Rolando Quiroga, a quién le hice varias entrevistas en las que me proporcionó información fantástica.

Ahora ya contaba con un testimonio "real" de un contacto con seres de otros planetas, o al menos eso era lo que este hombre aseguraba. A fin de cuentas, sólo tenía su testimonio y nada más.

Pero este contacto, me hizo relacionarme con Alejandro Ruiz, miembro de una agrupación que en esos días, ya en 1989, se formaba en Monterrey. Me tocó llegar en el momento en que se escogía el nombre para el grupo, y había sugerencias de todo tipo. La principal era "Grupo Apolo", por aquello del "Carro de Fuego", pero se le quería dar un toque de grandeza, así que el término "Fundación" también se barajaba. Mi sugerencia fue "Cosmos", por el programa de Carl Sagan, y tras un debate sobre escribirlo con “K” o con “C”, al final quedó como "Fundación Cosmos", pero en el sentido de Universo. Más adelante, en 1991, se logró registrar la organización ante la Secretaría de Gobernación, y agregamos al nombre "Asociación Civil" (A. C. para abreviar).

En esos días, tuvimos participaciones en radio, televisión, prensa y nos vimos en la necesidad de tener un local para sesionar y al cual llegaran los medios para futuras entrevistas. En un principio sesionamos en la oficina del Ing. Marco Antonio Reynoso, Presidente y fundador del grupo.

La mayoría de los socios provenían del primer Grupo formado en 1969: "OVNI Club Internacional, A. C." que sesionaba en el Condominio Acero, y que tuvo una trayectoria intermitente en el campo de la investigación OVNI con varios reinicios hasta que cerró sus operaciones definitivamente en 1982.

Con Fundación Cosmos, A. C. tuve la oportunidad de entablar conversaciones con mucha gente, la mayoría entusiastas del fenómeno y deseosos de creer en una realidad que, desde el cierre de los organismos oficiales de investigación OVNI en 1969, deseaban comprobar.

Con el tiempo tuvimos presencia internacional a través de las listas de intercambio con otras organizaciones, muchas de ellas extranjeras, como por ejemplo "El Dragón Invisible" de Carlos Alberto Iurchuk de La Plata, Argentina; OVNI-NET de Lucy Guzmán Lloveras de San Juan, Puerto Rico; Institute Of Hispanic Ufology de Scott Corrales en USA; Miami Ufo Center de Virgilio Sánchez Ocejo de Florida, USA. En México se tenía relación con ALCIONE del Cap. Alejandro Franz Navarrete de Puebla, México; el Lic. Jaime Maussan, el Lic. Luis Ramírez Reyes del CIFEEAC, Ing. David Tray Lucatero de Mérida, Yucatán, y muchas personas más que nos unimos en las primeras alertas OVNI organizadas por el CEUFO de Oscar “Quique” Mario, de la Pampa, Argentina. Todos ellos ayudaron a formarme una idea general de lo que era la ufología.

En el grupo ascendí pronto, fungiendo primero como Secretario y Coordinador de Informática; luego como miembro del Consejo Directivo. Esto me permitió tomar mi último puesto en la agrupación como Vicepresidente, al parecer vitalicio. Así lo fue hasta que el grupo cerró operaciones el 7 de octubre de 2008. Al día siguiente, 8 de octubre del 2008, inicié "Informe U. F. O.". La página oficial está aún en construcción.


"La comparación de dos eventos separados por el tiempo y cuya naturaleza es desconocida, sólo nos da dos eventos desconocidos, y no la confirmación de uno con el otro para un hecho paranormal o extraterrestre".

¿Cómo fuiste creando tus aforismos? A partir de la reflexión incausada o ante circunstancias concretas?

Diría que ambas. A veces estoy en la oficina o en casa, haciendo algo que no tiene nada que ver con el tema, y de pronto me viene una idea. En ese momento tomo nota para no olvidarla o, si la inspiración viene con fuerza, escribo lo que me venga a la mente gracias a ese chispazo. Pero casi todas han sido detonadas por una circunstancia concreta que la reflexión termina por pulir. Pero al igual que el chispazo, me vienen a la mente durante la revisión de un caso mientras leo los detalles. En el transcurso de la lectura se presentan diferentes ideas que van tomando forma hasta que al final me viene la posible solución al caso, si esto es accesible en ese momento, y al mismo tiempo, si es que no está ya acuñada, una nueva frase. La frase cruda pocas veces se inmortaliza, pues queda de una forma en la que sólo yo la entiendo, es una especie de ideograma que el redondeo de la idea y la reflexión del caso en general pulen cuando la traduzco a blanco y negro. Otras, parafraseando a Alejandro Agostinelli, tienen palabras que mis demonios internos pusieron ahí, usando mi lengua como trampolín, pero ésas nunca llegan a ver la luz tal como surgieron.

Estas frases son la esencia del caso en turno o de una moda en general, producto del conocimiento empírico y traducidas al más puro estilo de los refranes o dichos populares tan característicos de México. Algunos de estos aforismos pueden ser tan obvios que es difícil pensar que no se acuñaran antes.

Y en este sentido, son una especie de prontuario que resume todo un caso o una búsqueda detrás; por ejemplo, desarrollando el porqué de la frase con la que inicias la entrevista, “Un momento para crear, una eternidad para creer”, podría decirte que fue acuñada directamente por su relación con un caso concreto y que a su vez se acopla a todos los casos similares aunque pertenezcan a diferentes ámbitos. En esa ocasión surgió por los falsos videos que circulaban en la red:

Los “OVNIS de HAITÍ” de David Nicolas, conocido como “número 6” en Partizan Labs o como “Barzolff814” en Youtube. En días pasados se publicó una nueva obra digital de su autoría, donde se muestra que ha alcanzado una maestría asombrosa.

El Chupacabras canguro” de John Merrill, promovido en Youtube con su nick de “Delirus42”, y que algún ufólogo trajo como atracción en sus conferencias, gracias a que un “internauta” se lo envió, provocando la consiguiente aclaración del autor.

Los Roques” de Manbird Productions, cuyo nick en Youtube es “manbird12000”, y que sirvió como viral para una nueva serie.

Y muchos otros que han saltado a la mesa ufológica con la finalidad de crear expectación mercadotécnica, y que sin embargo los entusiastas, ya sea por desconocimiento, broma o mala fe, promovieron por la red o los medio televisivos como reales. El último caso, y más discutido aún en estos días sigue siendo sin duda “El OVNI Gallego”, un video parte de una campaña viral promovida por TERRA España para celebrar dos pájaros de un tiro: Su décimo aniversario como empresa y el 71 aniversario de la emisión radiofónica de “La Guerra De Los Mundos” de H. G. Wells, emitida desde el Teatro Mercury el 30 de Octubre de 1938 bajo la dirección de Orson Welles.

Muchas cosas salieron mal, en especial menospreciar el poder de propagación de Internet. El apasionamiento de un grupo cada vez más creciente de entusiastas, y el apogeo de oportunistas que se aprovecharon de la falta de buenas técnicas para determinar la autenticidad del video hicieron que se empezaran a tejer maniobras muy elaboradas en torno a un asunto de mero entretenimiento. A pesar de las aclaraciones de los propios productores de la broma con un video de “cómo se hizo”, el tema aún sigue en la palestra como un vivo ejemplo de un “ocultamiento a ojos vista”, nada más falso.

Los que tenemos algo de experiencia con la información que circula por la red, sabemos que este tipo de “noticias” deben ser tomadas con pinzas, y no se debe contribuir a la desinformación publicándolas sin ser verificadas, precisamente con miras a evitar distribuir información dudosa. Sin embargo, como se ve en la actualidad, la ufología, al igual como sucede en los medios noticiosos, parece llevar una prisa endemoniada por buscar “ser el primero” en publicarla. La mayoría se escuda en que es necesario informar al gran público lo que otros medios no publican (¿?), pero parecen no ser conscientes de que hacen más daño que beneficio siguiendo la pauta de un periódico sensacionalista más que la de un investigador serio. Además de existir puntos contradictorios, como por ejemplo publicar la nota sensacionalista para impactar, a la par de la promesa de un estudio definitivo que nunca llega, aludiendo que la investigación amerita tiempo. Y estoy de acuerdo hasta cierto punto, pero en la mayoría de los casos no vale la pena invertir tiempo ni recursos, hasta el cerillo con el que enciendes un cigarrillo resultaría excesivo.

Esas notas sensacionalistas vertidas con premura y que sólo inflan blogs y portales, no son rectificadas, de tal manera que para un lector despistado será la confirmación de alguna teoría de café que le da vueltas por la cabeza, perpetuando así una falsa creencia en algo que se puso de moda y se desmitificó en su momento, pero que este nuevo lector no se da por enterado debido a que su fuente de información no se hizo eco de la nota de rectificación del “caso”. Es así como las notas donde se muestra que se trataba del producto de una campaña viral, un relato exagerado o una broma nunca viajan a la misma velocidad que las notas que mueven al pensamiento mágico, ese resquicio tan buscado por los internautas que desean escapar de una realidad tan gris como agobiante y que creen a pies juntillas lo que leen, iniciando una nueva, ya vieja, modalidad: “Los Correos Cadena”.

Aún me llega correspondencia de nuevos internautas preguntando por la veracidad de “El video Haitiano”, “El video de Dubai” que retrata plafones de techo decorado como si de cielo abierto se tratara. Muchos me llegan con la idea de darme una “novedad”.

Es así como el momento de creación del artista se convierte en toda una eternidad de creencias para el mundo virtual de los misterios, del que se piensa que todo es posible por más descabellado que parezca. A fin de cuentas, ya saldrá otra nota más espectacular que opacará las averiguaciones de la anterior, asegurando así el puntaje de tantos sitios llenos de notas de contenido sin fundamento.


Voy a utilizar un aforismo tuyo: "El Problema con algunos sectores de la Ufología actual, es que olvidan lo que los ufólogos del pasado ya resolvieron". ¿Qué reflexión extra te merece?

La Ufología es muy rica en información y material de primera mano que ha quedado grabado en los anales de la historia. Por ejemplo podríamos mencionar los excelentes trabajos de investigación de Vicente-Juan Ballester Olmos y Ricardo Campo para definir lo que en 1979 se dio en llamar “El OVNI de Canarias”, además del magnífico trabajo que realiza con su proyecto FOTOCAT; las clasificaciones para encuentros con ovnis del Dr. Hynek, “Los 10 Principios de la Ufología” de Philip J. Klass, el Informe Nº 18 de Narcap y demás trabajos de organizaciones como NICAP, o la forma de trabajar de agrupaciones como MUFON, CIOVI y muchos otras organizaciones que han aportado su material de estudio como “El Manual del Investigador” de Lucy Guzmán y Orlando Pla, o “Elementos de la Ovnilogía” de Milton W. Hourcade. Hoy no se toman en cuenta porque la nueva ufología se basa en un nuevo enfoque: “Ya están aquí, debemos probarlo”, y no en el viejo postulado de “Vamos a ver de qué se trata eso”. Hoy, el concepto de ufólogo ha cambiado de ser un estudioso del fenómeno a alguien que se cree cualquier cosa relacionada con los extraterrestres sin un meticuloso estudio, sólo se intenta confirmar teorías.

Pero las enseñanzas no siempre vienen de un caso tan espectacular como el de Canarias, de igual manufactura al del 9 de diciembre de 2009 en Noruega; también de los casos pequeños, los del montón, se puede obtener el cómo las enseñanzas del pasado son eludidas por la sagacidad de los entusiastas actuales.

Uno de esos casos, que quedó en los anales del Proyecto Libro Azul, es para mí un caso muy especial. Se trata de uno sucedido supuestamente el 2 de Agosto de 1965, en Tulsa, Oklahoma. La imagen es muy famosa, y la publiqué en mi artículo de AFORTEANOSLA “Los OVNI de la era Digital” para ilustrar lo siguiente:

1.- Las soluciones a los casos OVNI no se multiplican a la misma velocidad que el relato original, o simplemente no se publican. (Otra frase en maduración).

2.- En la mayoría de los casos OVNI se hace referencia a la confiabilidad de un testigo apoyados en los testimonios de sus vecinos, en este caso de Tulsa, parece que no se conocían muy bien, así que no podemos jactarnos de conocer bien a nuestros vecinos como para meter las manos al fuego por ellos.

3.- Los estudios fotográficos son confiables en la medida en que quien los realiza tenga una visión objetiva de las cosas y no sólo se circunscriba a los extremos usando ideas preconcebidas. Pero también es cierto que no siempre nos dan la solución al caso si las referencias son escasas. Sin embargo, que no se tenga una explicación contundente, no significa etiquetar el caso como extraterrestre “mientras” se llega a una solución satisfactoria, en todo caso se debe etiquetar como OVNI, en su más estricto significado.

Este caso fue resuelto por una afortunada coincidencia, y gracias a la revisión del material fotográfico al seguir la metodología de solicitar las fotografías anterior y posterior a la que motivó el estudio. En primera instancia dio como resultado que la foto no había sido tomada en agosto, sino en diciembre. Y el artefacto fotografiado era una lámpara de colores que iluminaba un árbol navideño, pero en esa toma, el flash no se disparó. Y como éste hay varios casos antiguos que aún se siguen presentando en sitios como “La Mejor Evidencia OVNI” y sin dato alguno más que fecha y lugar.

Esto me orilla a mencionar una frase que me han lanzado infinidad de veces para criticar mi escepticismo y que ahora uso para patentar la ceguera ufológica: “El árbol no deja ver el bosque”. Se está tan imbuido en confirmar una creencia, que se pasan muchos detalles por alto tales como contradicciones, lagunas, tecnicismos, y hasta exageraciones en los relatos.

La ufología actual busca protagonismo y se revisa el pasado únicamente para dar validez a casos actuales, como si cantidad hiciera calidad, y no para buscar qué fue lo que en el pasado encontraron los ufólogos de ese tiempo con un caso similar. Esta nueva ufología, cuyo parteaguas lo supuso el cierre de los organismos oficiales, se apoya en un juego de palabras que se supone sobreentendido y claro, pero que a la hora de hacer estadísticas o conteos no parece ser así.

Los casos no identificados no son automáticamente indicios de vida extraterrestre, sólo son casos para los que no se encontró una explicación convencional, ya sea por datos insuficientes o porque no se profundizó lo necesario o no se hizo un adecuado trabajo de campo, cosas que menciona Philip J. Klass en sus 10 principios y por lo cual se convirtió en “La Bestia Negra” de la ufología.

Hay casos que requieren una investigación de campo muy amplia, y otros que pueden resolverse en 5 minutos, pero lo más importante es que se estudie con mente objetiva y sentido común, aunque hoy el sentido común, como sabemos, es el menos común de los sentidos.

Hay muchas enseñanzas que vienen de la ufología del pasado, pero no son conocidas por lo entusiastas que hoy pululan por la red; que por el simple hecho de reportar un caso, estar en el lugar o cargar una cámara, se sienten ufólogos. Es entonces cuando nos topamos con “investigadores” que no tienen la más mínima idea de lo que es una “Parálisis del Sueño” asociada a un caso de abducción como posible explicación del evento. Es la causa de que todos se sientan víctimas de “ataques injustificados”, siendo que ellos mismos se colocan en el campo de tiro cuando no buscan explicación sino sólo encuadrarlos en su verdad, pero no les interesa “La Verdad” porque ya hay un largo historial sin sustento técnico que avala lo que ellos piensan.


"Donde reina la creencia la razón no existe, aunque la razón sea el origen de la propia creencia. En todo caso razón y creencia son anacrónicos".

Leo, como muchas veces he repetido, tu eres un escéptico de los buenos, de los que abrigan una sana duda ante los fenómenos anómalos; con esto quiero destacar que no te tiras a la yugular de un creyente, que intentas explicarle tu punto de vista sin imponérselo, ¿qué clase de escéptico te consideras?

Me considero un escéptico en el sentido real, en el sentido que tu lo entiendes, que para creer se necesitan evidencias palpables o argumentos más válidos que el de decir “Tengo 500 casos iguales”; pero desafortunadamente el público en general sólo entiende el sentido que los ufólogos deshonestos han acuñado en defensa de sus fraudes; con expresiones tales como “negador oficial”, “escéptico recalcitrante”, “¿qué vas a saber a 8000 km?”, y otras más que tanto se mencionan hoy día. Es decir, si no sigues la línea impuesta por la mayoría, en la que unos cubren a los otros, atacan lanzando etiquetas que sirven como un código rojo para alertar a los demás y saber que hay un lobo en el corral. En el caso contrario, no importará que te encuentres en el Polo Norte, serás uno de ellos. Pero el tirarse a la yugular respondiendo a sus ataques no lleva a ninguna parte. He aprendido que cuando alguien no tiene un buen argumento para refutar lo que intentas explicar, recurre al descrédito y al insulto, mi idea de la investigación no es seguir juegos estúpidos. Eso sólo denota personas que desean hacer prevalecer su punto de vista sin una sola base argumental, defendiendo fotos borrosas, fácilmente explicables, como si se tratara del “Santo Grial”. Entrar en el “ring” equivale a caer en una ufología de escaparate, en la que sólo con insultos se hace prevalecer un punto de vista y que no sirve para nada a la investigación. Mi forma de ser no es de confrontación, siempre he sido de entablar un diálogo abierto. Pero también sé que para entablar un diálogo se deben poner las bases antes. Uno de los mayores errores que he visto en la ufología actual es el pensar que con invalidar un caso se está queriendo invalidar a la ufología en general, y no es así. De Joseph Allen Hynek aprendí que cada caso tiene su explicación, el fenómeno OVNI no es un monolito que se debe entender como un único ente, no, el fenómeno OVNI es una mole formada por miles de ladrillos uno distinto al otro. Existen algunos parecidos y eso significa casos similares que con explicar uno se explican varios, pero otros deberán llevar una explicación diferente. Mi interés no es convencer creyentes sino hacerles ver esas diferencias, y que un escepticismo nacido de la curiosidad en conjunto con la honestidad para con uno mismo, son las mejores herramientas para investigar este tema. ¿A mi de qué me sirve engañarme o engañar a los demás? ¿Qué me deja decirle a otra persona que su idea es falsa? Nada, en todo caso lo que hago es, si me parece interesante, revisar el caso, sacar mis conclusiones y publicar algo si lo amerita. Caso contrario, sólo queda como una enseñanza más en mi haber.

Hace años, con los programas de televisión que en México eran de confrontación entre "CREYENTES" y "ESCÉPTICOS", conocí el otro lado de la moneda. Un lado que me pareció muy seductor en un principio, a pesar de los comentarios agrios y burlones; pero también me di cuenta que el programa en sí era un payasada preparada para promover el distanciamiento de “bandos” permitiendo, entre otras cosas, el libre insulto y el descrédito con cero beneficio; sin embargo, los argumentos de los así llamados "Escépticos" se basaban en hechos, como la caída de chatarra espacial apoyada en una bitácora de reingresos y no sólo en una casuística. Lo más importante era que antes de apoyar la tesis extraterrestre, se descartaban otras posibilidades que hoy no se consideran.

El gran público se autodenomina creyente o escéptico gracias a estos programas de debate que sólo cumplían con la ambición de una televisora por obtener rating. Sin embargo, desde el punto de vista de la historia ufológica, se destaca este hecho como que nunca se había dado tanto empuje públicamente a este tema y mucho menos dedicarle casi 11 horas con 10 minutos de forma continua en la televisión abierta al primer programa de debate sobre el particular.

No afirmo ni niego sin una explicación de por medio. Por lo que cuando me refiero a un caso, lo trato de explicar como si lo hiciera para que un niño de 6 años lo entienda, aunque a algunos adultos les resulte difícil entenderlo de esta manera, ya sea por soberbia, ignorancia o resentimiento. En la mayoría de los casos que me ha tocado revisar, no he encontrado detalles inexplicables que me hagan dar un fallo positivo para OVNI, sólo he encontrado suposiciones salidas por el estudio de sus “efectos” pero nada sobre las causas. En 2006 me retiré a un año sabático, y fue cuando pensé en realizar un estudio sobre “OVNIS FORTUITOS” que empecé a concretar en 2008 y que aún está en desarrollo. Experimentar es lo que la mayoría de los ufólogos parece dejar de lado. Como parte de estudio de los “fortuitos”, uno de mis primeros experimentos me llevó a publicar, el 17 de enero de 2009, un artículo sobre los RODS, y en próximos días estaré publicando uno para los ORBS. Ambos, piezas fundamentales de la mitología actual adjudicada al fenómeno OVNI y paranormal por igual.


"Un mismo fenómeno, en circunstancias distintas, hace pensar en fenómenos diferentes. Pero fenómenos distintos, en circunstancias similares, hacen pensar en un mismo fenómeno. El detalle es ser lo suficientemente agudo como para saber la diferencia".

¿La tarea investigativa tiene algún efecto especial para ti? O sea, resurge el detective antes que el héroe o ambos al mismo tiempo?

Interesante pregunta, no me considero un héroe pero si un cruzado de la objetividad. Una de las primeras cosas que tengo muy claras es que la ufología no es un asunto de creer o negar, sino de investigar. Y para que una investigación sea objetiva, no se debe tener en mente una idea preestablecida. Se supone que no tenemos la más mínima idea de lo que encierra el fenómeno OVNI o lo que hay tras él, tanto así que existen infinidad de teorías que suponen una posible explicación para el origen del fenómeno, y para todas ellas hay partidarios.

El hecho de manejar a la ufología como un asunto de fe, la torna en una especie de religión donde cada quien saca de ella lo que desea, confirmando teorías, buscando verdades propias y contribuyendo con lo que se supone explica para cada quien su parte de verdad.

La objetividad también tiene su parte en el pastel. Algunos pecan en ese sentido por exceso, haciendo alarde de la libertad de expresión para tolerar cualquier punto de vista, pero llega un momento en que esa libertad se transforma en libertinaje dando lugar a una sarta de invenciones que no respetan siquiera los cánones establecidos por la propia ufología. Rondan las más variadas afirmaciones, algunas se contradicen. La experiencia me ha enseñado que en la ufología no debe haber banderas, colores, apasionamientos, ideas preconcebidas ni una predisposición a ver en los testigos un enlace con otro mundo. Primero se debe definir qué es lo que pasó con el testigo, definir qué es lo que vió en realidad, si esto es posible, y posteriormente, dar los hechos de forma imparcial en un reporte; así, quien lea el informe, será libre de formarse una opinión informada con los elementos de juicio que has puesto a su alcance, no simplemente decirle lo que debe pensar o ver escudándote en que “eres un experto”. Se puede expresar una opinión, que al final de cuentas será sólo una opinión personal, pero los hechos vertidos en un informe hablarán por si mismos si es que se plasmaron con verdadera objetividad.

Siempre me ha movido primero la curiosidad, así que primero aflora el detective, y eso más que nada es motivado por mi propia necesidad de saber de qué se trata. Pertenezco a varios grupos de análisis fotográficos de países como Argentina, Puerto Rico, Brasil y hace poco me integré a uno en Estado Unidos con miembros de distintas partes del globo del que recibo material de estudio esporádicamente, y lo primero que hago en los casos que llegan es revisar el material, siempre son fotografías, es el camino que escogí en este campo porque es lo que hoy en día se esgrime como que “No hay mejor evidencia”. Esto me ha permitido notar que existe un gran desconocimiento sobre efectos fotográficos por parte de quienes toman las “evidencias”. En primera instancia no leo el relato del testigo hasta que la imagen no me obligue a hacerlo. Los “porqués” son los primeros en aflorar, y cada “porqué” te va trazando un rumbo a seguir. Cuando se pone la cosa interesante, comienzo la recopilación de información y es entonces cuando leo el testimonio. Por lo general, los 10 principios de Philip J. Klass se aplican formidablemente, así que no se puede dar un juicio de la intención del reporte hasta no ver el panorama completo, que no siempre involucra una revisión en campo. A medida que se avanza surgen teorías, ideas locas algunas, y se van desechando las primeras a favor de nuevas que me van dejando más claro el panorama y que terminan por cuadrar la historia; muchas veces en contra de lo que el testigo afirma.

El problema aparece cuando se desea que otros lo pongan a consideración. Ahí es cuando empieza el camino cuesta arriba para que la explicación prospere, sobretodo cuando ésta choca con ideas preestablecidas o que llevan muchos años enquistadas en el pensamiento popular gracias a los entusiastas que sólo recopilan casos para validar sus ideas. Este es un gran error de los investigadores actuales, “La mayoría buscan su verdad, no La Verdad”.

Desde el punto de vista junguiano el héroe que llevo adentro se regocija con el plan, porque hago lo que me gusta.

Pero esta palabra me lleva a su otro uso, más vulgar, el que demuestra heroísmo. Ahí me detengo un poco y te ratifico que mi postura no es de confrontación, en realidad sólo trato de aclarar un caso que me ha tocado revisar y dar mi conclusión lo más objetivamente posible para que el gran público vea que no todo lo que brilla es OVNI, pero es entonces cuando se deben sacar las dotes escolásticas y explicar todo paso a paso. Por otro lado, el error de algunos de los llamados escépticos con conocimientos es que tienen la solución a muchas malas interpretaciones OVNI, pero no tienen el tiempo o la paciencia para explicarlo de una manera sencilla y sin burlas u ofensas. Pero esto también puede tener su origen en la nula esperanza de que la explicación sea aceptada gracias a los oficios de ufólogos entusiastas.

Siempre he pensado que antes de lanzar las campanas al vuelo, se debe verificar si ese lance de repiques es justificado. Mi escepticismo no sale de la negación, sino más bien de la duda de si un caso es real o no, y aunque el sentido común me indica que un caso pueda ser imposible, se debe demostrar con un análisis al alcance de mis posibilidades con la ayuda de los actuales equipos electrónicos de fotografía en caso de ser una evidencia fotográfica o fílmica.

En un mundo donde se desea creer, cualquier cosa que justifique esa creencia será recibida con reverencia, así sea una plasta de color sin forma. Mi curiosidad me impulsó a irme por el lado de las evidencias fotográficas y fílmicas. Poco a poco fui conociendo algunos términos propios del área y finalmente esto me llevó a idear lo que tal vez será mi más interesante trabajo. Para los que conocemos algo de fotografía, y hemos entrado al manejo de software de edición, es obvio que una fotografía producto de una cámara casera, como la que puede comprar cualquier persona en un almacén, sólo capta luz, no calor. También es obvio que programas de edición fotográfica tales como GIMP, PICASA, o PHOTOSHOP tiene filtros que pueden ayudar a definir algunos detalles, pero nunca harán una real separación de calor aunque así lo parezca. Estos programas sólo trabajan alterando las bandas de degradación de color, y esa degradación de color es lo que da el efecto que quiere hacerse creer que es un “análisis termográfico”. Se aprenden otro tipo de cosas cuando se va siguiendo una línea derivada de un porqué, como por ejemplo que la aberración cromática no es un campo energético, sino un efecto de la mala convergencia de una lente.

Estas falacias de análisis y los efectos de cámara, aunados a objetos de extraña forma que aparecen en las fotografías fortuitamente, refuerzan la falsa premisa de que una cámara es un aparato que toma lo que “el ojo no ve”, creando una horda de entusiastas que lanzan fotos al aire a la espera de que algo “extraordinario” aparezca en sus imágenes, incitados por los líderes de opinión que han fomentado esa falsa creencia. Afortunadamente, no en todos los casos se ve esta desmedida credulidad, y los testigos no son del todo culpables, en todo caso lo son quienes les han infundido esas ideas en la cabeza publicando las imágenes como algo que no es.

Gracias a esto tenemos toda una gama de “artistas” que exponen sus “análisis” de color, deformando aún más la de por si chapucera prueba de algo extraño captado fortuitamente en una imagen fotográfica. Aquí es donde surge el cruzado tratando de explicar la verdadera naturaleza de las cosas porque se abusa del término OVNI de una manera engañosa, pues aunque se habla de un objeto volador no identificado, que nadie niega, se deja implícito el sentido de que son “tripulados inteligentemente” y se olvida olímpicamente que en el cielo existen pájaros, aviones, insectos, reflejos solares, manchas en la lente, polvo en la lente, polvo iluminado por el flash y muchas otras tantas cosas que se suman a los fenómenos asociados a las cámaras.

Entre el gran público, que está ávido de cosas raras, existe una gran confusión en torno a estos temas. Quienes gustan de estar al tanto, muchas veces están en una confusión con respecto a los conceptos; me ha tocado ver foros, comentarios a notas sensacionalistas y entrevistas, donde el gran público se refiere a los “ocupantes” como OVNI, cuando deberían ser llamados “extraterrestres”, ”seres”, “entes”, “ebes”, etc.


"Decir lo que la gente quiere oír, hace más daño que la verdad".

¿A qué le atribuyes la resistencia que se opone al escéptico que resuelve un misterio, demostrando que no era tal?

El detalle del asunto es que quienes fomentan la ufología como dogma de fe; ya sea por dolo, ignorancia, dinero o fama, tienen mayor éxito y penetración en los medios masivos que quienes desentrañamos el misterio; y eso se debe a que lo fantástico vende. La ufología actual se maneja como si de un medio de entretenimiento se tratara; y eso me recuerda una frase que leí en un blog de cine:

«Me gusta el entretenimiento de masas. Yo mismo he escrito entretenimiento de masas. Pero es lo contrario del arte, porque la función del entretenimiento de masas es seducir y adular a los consumidores, para transmitirles la idea de que aquello que consideran cierto es realmente cierto, y que sus gustos y su gratificación inmediata son la máxima prioridad para el proveedor. La función del artista, por el contrario, es decir: ¡Un momento! Al contrario, todo lo que habíamos pensado es incorrecto. Debemos revisarlo.»

David Mamet.

Así que cualquier persona que intente explicar un fenómeno que un investigador muestra como atracción en su conferencia, invariablemente moverá la ira de los dioses, y aprovechándose de su lugar privilegiado como líder de opinión, hará por contagio que sus lectores, seguidores o fans también lo odien por eso, como sucedió con los programas de debate que acentuaban estas diferencias de opinión emulando bandos de guerra. Y esto sin importar que la “atracción” sea desmitificada finalmente. Quien lo promocionó toma un papel de oídos sordos un tiempo o menciona que fue engañado por quien le envió la evidencia, y esto bastará para seguir en su “trono” con la “superevidencia” de mañana; al fin y al cabo, “El Show debe continuar”.

Creo que aquí me gustaría aclarar un poco de lo que mencionaba arriba sobre creyentes y escépticos, que no son términos que me guste usar para no seguir fomentado la mala idea de que la ufología es un asunto de guerra.

Existen grupos e investigadores que buscan sus verdades, y por otro lado también existen grupos e investigadores que buscan La Verdad. Lo malo del asunto es que el gran público está en medio de ambos, y ellos son quienes toman partido de una u otra facción. Las múltiples divisiones que esto pueda acarrear, ya es cuestión de la actitud que tome cada uno para consigo mismo; y es aquí donde el abanico se abre y el asunto se torna sociológico.

Sin embargo, a los ojos de quienes no toman partido en este tema, la situación es distinta. Podemos poner de ejemplo el comentario de uno de mis 4 lectores del blog donde resume de manera escalofriante lo que un ufólogo es para la comunidad no entusiasta en general:

Me resulta sorprendente ver un artículo tan escéptico de una persona que se autodenomina Ufólogo. La imagen que tengo de esas personas es que cada avión, helicóptero, gaviota, estrella fugaz que surca el cielo, o cada incendio en una montaña es un OVNI.

Creo que si alguien tenía dudas del porqué la ufología no se toma en serio, esta es la respuesta.


"Sólo se necesitan unos párrafos para difundir una mentira, pero ni el volumen de 10 enciclopedias convencerá de la verdad cuando se desea creer”.

A partir de este aforismo se denota tu preocupación por la verdad, háblanos de eso.

Esta frase surgió por dos preocupaciones y una consecuencia. Una preocupación es la verdad y la otra la credibilidad, que se resume magníficamente en una frase de Friedrich Nietzsche:

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

La verdad, obviamente que me preocupa, pues para mi es un valor muy importante. Como te comentaba arriba, ingresé a este medio desde hace años porque yo deseaba saber qué hay detrás del fenómeno OVNI. Y empecé mi investigación leyendo casos, haciendo 15 años de investigación de campo y tomando entrevistas a testigos con lo que sólo quedaron relatos, cintas, grabaciones y un montón de datos anecdóticos. Empecé a ver que la mayoría de los tejidos de la historia ufológica estaba cimentados en frases al aire que se decían gratuitamente comenzando con un “Yo pienso/creo que…” cuya segunda edición era “fulanito de tal dijo…” y así sucesivamente se iba hilvanando una línea de pensamiento que no estaba fundamentada. La investigación es una búsqueda y rescate de la verdad, no una razón de condescendencia para con una idea establecida que sólo se repite para llenar libros o teatros.

El sensacionalismo vende y como tal, se comporta como el medio del entretenimiento que de entrada coloca un titular atrayente pero que al entrar en materia vemos que se trataba simplemente de un gancho para vender la revista, el libro o una entrada a una conferencia. Sin embargo, como lo hemos visto en los foros, no todo se lee en su totalidad ni se entiende en su justa medida. La mayoría se queda con los encabezados sensacionalistas. Hace poco vi esto revisando viejas películas, en especial “CAPRICORN ONE”, que habla de una falsa misión tripulada a Marte. ¿Cuánto se ha escrito de este fraude pero adjudicándoselo a las misiones Apollo?

Hay mentiras que no importan, pero otras, como las de que estamos ante un inminente desastre planetario, motivan ideas de toda índole.

En septiembre del 2009, un fanático religioso de origen colombiano radicado en México, secuestró un avión con la amenaza de hacer estallar una bomba sino se le concedía audiencia con el presidente de México para notificarle de un terremoto que tendría lugar en la Ciudad de México.

En 1997 un grupo sectario llamado “The Heaven’s Gate” protagonizó el suicidio de 39 adeptos al culto gracias a los oficios de su líder, Marshall Applewhite, para una vez “desprendidos de sus cuerpos”, pudieran abordar la nave que venía tras el cometa Hale Boop. Cabe mencionar que en 1977, en la desaparecida revista mexicana “Contactos Extraterrestres” se denunció a este lunático, que entonces era acompañado por una mujer, de que podría ser peligroso, y no se hizo nada en ese entonces.

Un acto similar de suicidio sucedió en España en 1972, donde en una nota, a manera de mensaje póstumo, los fallecidos mencionaban que eran llamados por los exreaterrestres.

Hoy tenemos los constantes avisos de llegadas de seres del espacio, y no vayamos tan lejos; 14 de octubre de 2008, la llegada de “Ashtar Sheran”, un alienígena creado por Eugenio Siragusa en 1962, con quien aseguraba haber contactado. Desde entonces ha estado en proceso de venir a evacuarnos ante un nefasto final planetario.

Afirmaciones virtuales y gratuitas pueden provocar actos en la vida real que nos hacen poner en tela de juicio la permisividad de que cualquiera pueda publicar lo que le venga en gana en la red. Y me refiero a la red porque en prensa, radio y televisión son más cuidadosos en dar este tipo de notas y aseveraciones como verdades. Por eso algunos entusiastas se jactan de tener un programa de radio, blog o página Web por la Internet donde pueden “informar” lo que en otra parte no; contribuyendo así a la falsa idea de que la causa es un ocultamiento inducido por una gran conspiración.

Ese es el interés que tengo en la verdad, en tratar de frenar ese oscurantismo que intenta atraparnos de nuevo gracias a la excesiva hambre de estar bajo los reflectores por parte de sus postulantes, pero que no ven más allá, y que están contribuyendo a la misma desinformación a la que aluden, y que tal vez en el futuro los haga ser también víctimas de los monstruos que ahora están creando. La mente es poderosa, pero ésta no sirve de nada si un dedo no se mueve. Se han movido muchos dedos y no es por “La Ley de Atracción”, sino porque se permite enajenar a las masas y estas actúan en consecuencia.

Se tiende a pensar que por el simple hecho de estar publicado en un portal, blog o página de internet ya es algo fidedigno, como antes lo era que fuera publicado en un libro, donde por lo general no había una sola referencia.

El gran público no está acostumbrado a investigar para saber si lo que le llega por correo todas las mañanas es verdad o no; sólo lo lee, se impacta y lo reenvía o lo comenta en alguna reunión para impactar a sus conocidos. Hoy, la gran mentira que circula es que “National Geographic destapa el Fraude de Stonehenge”. Yo podría decir ¿Qué me importa si Stonehenge es verdadero o falso? Pero la curiosidad no me deja en paz y empiezo a hurgar. Es cuando encuentro, en tan sólo 2 clics, que todo se debió a una broma de un periodista español para el 28 de diciembre de 2009. El 28 de diciembre es el equivalente al 1 de abril para los anglosajones. Y son innumerables las historias fantásticas que circulan de esta manera, en especial en los foros de discusión.

La diferencia entre como ve el gran público las noticias diarias y cómo las veo yo, es que no me quedo con la curiosidad de saber cuál es el origen de la información, o si quien me lo envía es una fuente confiable o si se reenvió de un sitio confiable. Desafortunadamente todas terminan siendo patinadas, bromas, mentiras o campañas virales.

Sófocles decía: “Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja”, yo agregaría: “Lo que pasa es que no conoció la Internet”. Las mentiras no sólo se hacen viejas, sino que crecen y se reinventan.


"Los Mayores Detractores de la Ufología son los entusiastas y los propios Ufólogos".

He destacado este aforismo de entre los muchos que pones al pie de tu firma, ¿puedes explicarlo?

Muchas veces he escuchado la frase lastimera a modo de reclamo y daga tira testas: “Es que los científicos no nos toman en cuenta”, o “Los escépticos nos atacan”. He leído información de todo tipo, tanto del lado entusiasta como del lado racional y he llegado a la conclusión de que ellos mismos son los culpables de que la ufología sea vista como una payasada.

Sabemos que H2O es agua, aquí y en Marte, pasando por la Luna, y eso es ciencia. Pero en la ufología preguntar ¿Cómo son los extraterrestres? Causa un debate que hasta la fecha no ha logrado llegar a un acuerdo. Si damos una rápida mirada a la historia veremos que sus formas han cambiado radicalmente de una década a otra, pero nosotros, el ser humano moderno, no hemos cambiado por lo menos en 60,000 años. Claro que se pueden hacer ejercicios filosóficos o aludir a una tecnología distinta y demás yerbas dimensionales, pero hasta ahora no tenemos un “Hola” escrito con tinta alienígena, así que cualquier explicación queda en la especulación.

¿Cómo se espera entonces que se tome en serio un tema en el que no nos hemos puesto de acuerdo siquiera en pobar si están o no aquí, si es que verdaderamente se plantea esta cuestión fuera de protagonismos o creencias?

También se hablaba de colegiar la ufología. Yo estaría de acuerdo, ¿Pero qué materias llevaría? Todo el conocimiento acumulado tal vez cabría en “Historia de la Ufología” y sólo tras una revisión concienzuda de todo el material que se ha ido plasmando en ella. Pero nada más. Las herramientas que se necesitan para el estudio serio de la ufología las hemos tenido siempre al alcance de la mano, y esas son las materias de cualquier carrera universitaria.

Con estos antecedentes y el afán de protagonismo que nos caracteriza a todos, podemos colocar también como detonante de esta frase los constantes enfrentamientos entre ufólogos. Y es entonces cuando, como dice el refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”, sale a flote el limo que en otras circunstancias no veríamos. El descrédito está a la orden del día entre los que avalan un caso y los que presentan argumentos en contra, de tal forma que si algo  avanza en cualquier sentido,  retrocede dos o tres veces más que lo avanzado por obra de estos pleitos de vecindad.

La incursión de entusiastas que con el sólo hecho de traer una cámara a cuestas hace que se autodenominen investigadores, fomenta también una mala imagen que al exterior se muestra como que todo lo que no sea reconocible en el cielo es OVNI, aunque el sentido común nos diga que puede tratarse de un pájaro, insecto o un avión mal enfocado. Cuando se hacen notar estas otras posibilidades, salen a colación las etiquetas aprendidas de sus mentores, y esto es un cuento de nunca acabar.

El gran problema es que no existe el sentido común, porque más parece que lo que interesa es llenar casuísticas y no el resolver casos.


“Cuando se hace investigación, algunos investigadores buscan su verdad, no La Verdad”

¿Quieres decir con esto que la investigación ufológica es mayormente subjetiva?

Así es, y esto se debe a que nuestras opiniones van en función de nuestras creencias, suposiciones o ideas preconcebidas, siendo ésta una de mis tesis de investigación que me han llevado a aprender que la mayoría de los ufólogos no buscan “La Verdad”, sino “su verdad”. Y con “investigadores” como la mayoría, podemos ver que las ideas preconcebidas son un arma de doble filo, pues el buscar que una evidencia sea a toda costa lo que se desea, nubla el juicio y no se puede ver más allá de lo que se quiere ver.

Por eso vemos ufólogos especializados en “flotillas”, “abducciones”, “mutilaciones”, “luces”, como si ser ufólogo resultara producto de un estudio de especialización similar a la medicina. En todo caso, cada uno escoge el tema que le llama más la atención. Pero la ufología no debe circunscribirse a una sola manifestación aislada del fenómeno ni descartar el gran potencial sicosocial que encierra cada reporte. El simple hecho de reportar una foto rara a un ufólogo, ya es un indicador de hacía dónde va la idea del testigo y que el público en general ya no es ajeno al tema.

Sabemos que para decir 2 primero debemos pasar por el 1, luego 3, 4 y así sucesivamente. En estos terrenos brincamos como si de números primos se tratara. Encontramos un ufólogo que está con el 1 en su cabecera y aún se maravilla con luces haciendo vigilias nocturnas, cayendo en la peligrosa trampa de que cualquier luz en la oscuridad será un OVNI, más aún si no trae trípode, y al mismo tiempo en el mismo campo, otro ufólogo va en 5 estudiando el por qué los extraterrestres están sufriendo un retroceso en su genética y necesitan de nosotros para trasplantes de órganos, cuando su tesis de campo está basada en algo que se dijo en 1980 y de lo cual no hay la más mínima evidencia.

En la ufología ya se habían dado descubrimientos interesantes, por lo general no los que las masas querían. Pero ya se habían dado por sentadas las bases de un estudio que se antojaba, como ya lo mencioné, sociológico y que culminó con el cierre de los proyectos oficiales. “El Reporte 14”, informe en el que se basó la serie de televisión “PROJECT UFO”, daba cuenta de estos estudios resumidos en estadísticas arrojando un porcentaje muy bajo de reportes como “no identificados”, no significando con esto que se trate de una verdadera entidad alienígena. Hoy en día, que una agencia gubernamental haya investigado OVNIS es motivo de toda clase de sospecha, pero parece que no se toma en cuenta que a las fuerzas armadas sólo les interesa que no se trate de una amenaza a la seguridad nacional, y en este sentido, para ellos, puede tratarse de aviones espías de manufactura secreta, no olvidemos que la mayor efervescencia de “La Oleada Platillista” se dio durante el período en que la amenaza comunista gestó el temor al “Enemigo Interior”.


"Una vez levantado el altar, no hay nada que baje al Santo".

Ya que hablamos de esto y teniendo en cuenta que antes dijiste que lo fantástico vende, te pregunto, ¿por qué piensas que la verdad no vende?

El gran público desea salir de la rutina, ser sorprendido y sacado de su existencia gris. Entre más precaria sea la situación que pase un ciudadano común, más se inclinará hacia el pensamiento mágico buscando un escape. Si se le dice que ese escape es producido por la pérdida de control en su vida, rechazará la idea porque para él es algo muy real.

Otro detalle del porqué la verdad no vende, es porque a nadie le gusta que se le diga ignorante o alucinado; que aunque no se les diga literalmente, lo suponen, al dar una explicación que no esperan y es entonces cuando sacan a colación la larga lista de casos que a través de la historia se han ido bordando con dedicación por los recolectores de siempre, más no por los solucionadores de ellos. Y es así como tenemos una casuística tan grande pero que sólo se refiere a reportes, no a casos investigados debidamente y etiquetados, después de un exhaustivo análisis, como objeto volador no identificado; que como sabemos, no es garantía de un objeto extraterrestre, sino más bien de la insuficiencia de información necesaria para poder definir su naturaleza. Un OVNI es sólo un objeto desconocido cuya naturaleza escapa a nuestra percepción ya sea por las circunstancias o el corto período de su avistamiento, pero como lo he comentado varias veces, no necesariamente es extraterrestre.

El encanto del fenómeno OVNI estriba en que nunca se ve el cuadro completo o al menos eso se refleja en los reportes de avistamientos. Es similar a escuchar una conversación a medias. No se sabe el contexto en general y lo poco que se ha alcanzado a escuchar es suficiente para armar una historia que no concuerda con la realidad de la conversación completa. Esa es exactamente la historia de la ufología, un “fenómeno” visto parcialmente.

La mayoría se queda con "fenómeno extraño", prefiriendo pensar en un acontecimiento fuera de lo común en lugar de invertir un poco de tiempo en averiguar lo que sucedió. Igual como pasa con los correos chatarra. Todo mundo los reenvía, pero nadie los investiga, y a lo mucho con dos clics se sabe que casi el 100% son falsos. A este respecto tengo dos muy buenos por publicar.

¿Hay algo de desidia en todo esto? ¿O los escépticos están cansados de repetirse sin éxito?

Definitivamente que si Mirta, ambas cosas. Por un lado el gran público no tiene paciencia para investigar, y más aún para hacer una labor escolástica, entonces dirige su mirada hacia el pensamiento mágico. Por otro lado quienes intentan explicar alguno de los casos que llegan, se enfrentan a que detrás de él hay una creencia muy arraigada y los intentos de explicación no encuentran eco. Es cuando se da esta impresión de cansancio o hasta de apatía; y los entiendo, porque me ha pasado, ha sido un detonante para desligarme del medio en varias ocasiones antes de caer en la maraña, pues hay mayor número de entusiastas que nublan la red que quienes tratamos de aclararla. Llega un momento en que es molesto repetirse. Por cada uno que desea explicar un fenómeno, surgen 10 entusiastas con 10 historias que intentan validar el punto contrario del que estudiaste. Esto me recuerda lo sucedido en un foro cuando llegó un video para un programa de TV que se había sacado de contexto, obtenido del sitio Youtube.

Al tan sólo mencionar que el video era creación digital para un programa, llega un mensaje en que se me acusa de querer negar el fenómeno en general así como un avistamiento del emisor, cuando en realidad no hablaba del tema en general, sólo me refería al caso del video que había llegado donde se mostraban 4 esferas rodeando una planta de energía.

Me parece interesante traer al tema este intercambio, Mirta, pues sucedió en tu foro del cual soy moderador, razón por la cual este material es público, mas sin embargo omitiré los nombres:

Hola:

Todo ello es para hacer dudar al publico sobre el tema OVNI; tengo la sensacion; que para usted nada sera una prueba; aun viendo un OVNI; usted lo negara, le hara pruebas y una serie de cosas y no creera.

Le digo esto ya que tengo un video que nos trajo CEREALOGISTA HUGH NEWMAN

------- cortado --------

Donde se ve un elicoptero de la real fuerza britanica siguiendo esta esfera en plena luz del dia; y considero que ellos si sabe que es un fraude no van a perder tiempo, siguiendo unas bolitas blancas solo para jugar.

Ya le dije es su paradigma, tengo experiencias de ver una nave a 300 mtrs, hice contacto con un ser que no quiso mostrarse ante mi, tengo un hno que viajo a otro planeta.

Que mas, en nuestro caso ya no estamos para demostrar nada; porque aceptamos que todo existe.

Otro ejemplo; se que para usted sera fantasioso, un contactado aca en Peru fue llevado a un planeta asi como el nuestro que es eL mundo de los picapiedras.

Ahora, para que se ria una nave plateda se puede convertir en nube, en avion comercial, en lo que le ordene el Padre Solar que los tripula.

Aun aceptando que es verdad lo que dice no prueba lo contario

Saludos

xxxxxxx

Mi respuesta fue esta:

Mí estimado xxxxxxx:

Mis comentarios no son sobre el video que usted menciona, sino sobre el que nos envió xxxxxx.

Es un error, muy común en este medio, querer validar una evidencia con otra similar, y más aún cuando se ha demostrado que uno es falso y que fue creado para un documental.

Sus experiencias, en nada tienen que ver con este caso. Y menos aún que intente invalidar mi opinión porque no es con el afán de negar. Está en todo su derecho de disentir, si así le parece, pero creo que ante la información que he enviado, no cabe la duda, al menos para este caso de las 4 esferas, que la evidencia no es real. Y no es que para mi nada sea una prueba, simplemente este video es falso.

Quiero suponer que dice todo esto por no haber leído mi mensaje completo, y no por una errónea visión de lo que es la investigación OVNI o sólo por verlo como confirmación a ideas preconcebidas.

El fenómeno OVNI no es un monolito que se pueda validar o rechazar con la solución de un solo caso, y eso lo tengo bien claro, sería un necio si hiciera una afirmación así, como también es necedad afirmar lo contrario. Y ese es otro error muy común en este medio, creer que con invalidar un caso, se quiere invalidar todo el fenómeno. El fenómeno OVNI es una torre de miles de ladrillos en la que cada uno de esos ladrillos es un caso diferente, aunque para nuestros ojos pueda parecer similar a otro. La investigación aclara cada uno de esos ladrillos y los va restando de la masa. Pero entre todos esos ladrillos, hay casos como este, en que la “evidencia” es un video generado por computadora, otros se deben al entusiasmo de la gente, y no se deben descartar fraudes, malas interpretaciones, fenómenos naturales que no son conocidos por el común de la gente, o la idea de un MARKETINERO al que no le importa la ufología y la usa para promover un producto.

Es labor de quien desea investigar este fenómeno, aclararlo hasta la medida de lo posible, y no nada más ser un recopilador de notas, videos o fotos, o convertirnos en seres paternales diciendo lo que el gran público desea escuchar y no lo que en realidad es, para eso ya existen muchos programas de televisión. ¿Entonces cuál es el sentido de perder el tiempo en estar leyendo toneladas de correos, y tomarnos la molestia de buscar una explicación y de llamarnos ufólogos u ovnílogos, si cada que se explique un caso, nuestras conclusiones no serán siquiera consideradas? A esta rama de la investigación, que no es oficial, se le ha puesto el sufijo LOGOS, que significa “ESTUDIO DE”. Y un estudio amerita un proceso, no una creencia. Además de material palpable que se pueda someter a un análisis, no sólo deseos.

Antes de voltear al cielo, se deben buscar posibilidades, para no ser víctimas de esos deseos. Una cosa es lo que queremos ver, y otra lo que en realidad estamos viendo.

Nada de lo que mencioné en el mensaje referente a este video es invención mía, lo puede comprobar leyendo lo que se dice en ambos canales de quienes montaron el video, o contactando al autor, a quien le puede preguntar por este documento, ya sea en el sitio de la productora para la que trabaja, o en su canal de Youtube.

Si con el testimonio de la persona que lo hizo, y el sitio donde la productora lo muestra entre su galería de trabajos no es suficiente para que acepte que este video en particular es falso, entonces, amigo mío, ya no está en mis manos convencerlo, ni es mi deseo.

Me propuse hace muchos años investigar este fenómeno porque me interesa saber qué es lo que realmente hay detrás de lo que todos llaman OVNI, nadie está más interesado que yo en que esto sea una realidad, pero tampoco deseo engañarme a mi mismo ni a los demás, así como tampoco me convertiré en abogado del diablo por un tema que ha dado tanta tinta a lo largo de 62 años, y no me considero un evangelista.

Expongo mis ideas y conclusiones, pero a la larga sólo me servirán a mi, porque al final de cuentas he comprobado que la investigación es un camino personal, razón por la cual los grupos no prosperan. Se podrá tener un mismo objetivo, pero nunca una misma visión de las cosas.

¿Por qué para creer en algo sólo basta un video, una foto o unos cuantos párrafos, y para explicar que no es lo que se cree, ni con el contenido de 10 enciclopedias británicas se puede tan sólo considerar que una evidencia pueda ser falsa?

Este es el sitio de quien mostró el video en el correo del Sr. xxxxx:
Este es el canal del Autor:
Sólo como nota al margen le diré que CGI significa COMPUTER-GENERATED IMAGE (Imagen generada por computadora), que en español corresponde al vocablo INFOGRAFÍA y que también usa el término FOTORREALISMO.
Hace 3 horas, el autor subió un segundo video para el mismo documental… una luz brillante que surca un lago… donde dice que lo ha hecho él:
Y este es el sitio de la productora para la que trabaja el autor, ahí verá, como lo dije en mi mensaje anterior, que este video del que hablamos, es parte de sus creaciones:
Aquí podrá ver todo lo que hace esta productora y para quienes han trabajado. Son profesionales, de ahí su nombre EXTREME DIGITAL PRO:
Sin más que decir al respecto de este caso, quedo a sus órdenes. Me gustaría leer las opiniones de los demás miembros al respecto, si han seguido el caso.
Saludos.

Leopoldo Zambrano Enríquez
Informe U. F. O.
Monterrey, Nuevo León. México.


"La Ufología es un estudio multidisciplinario. Los enigmas de este campo no se resuelven sólo con ver al cielo".
Sé que Carl Sagan es un referente de peso para ti, cuéntame algo sobre esa influencia.
Carl Sagan siempre ha sido motivo de inspiración para mí, porque él representó un punto medio entre el ciudadano común y la comunidad científica. Creó un puente de enlace entre dos mundos ajenos hasta entonces, promovió el pensamiento crítico y el amor por la observación científica, pero sin dejar de lado la parte sentimental que nos impulsa hacia el saber: La imaginación y la curiosidad.

Tengo en mi biblioteca: "Dragones del Edén", "Un Punto Azul Pálido", "El Cerebro de Broca", "El Mundo y Sus Demonios", "Cosmos" (Serie en VHS y DVD + Libro + Soundtrack), "Miles de Millones", "Murmullos de la Tierra"y "El Cometa".
Conozco el interés que tuvo por la vida extraterrestre desde las conferencias de fines de los 60's y principios de los 70's que derivó en la creación del proyecto SETI. A 30 años de haber visto por primera vez "Cosmos", supe de Sagan casi todo. Una de mis pasiones también es el cine, y en este campo Sagan también estuvo presente con su novela "Contacto", llevada a la pantalla grande sin que pudiera verla terminada.

"Cualquier mentira que se gesta en la WWW, encontrará la muerte en la misma WWW. El secreto es beber de la fuente correcta".
¿Te parece que el sano escepticismo va ganando terreno o sólo lo deseas?

Me parece muy sano ver las cosas fantásticas con cierto escepticismo. El escepticismo te mueve a buscar, a investigar las razones, causas y motivaciones, un sano escepticismo podría equipararse a la curiosidad que motivo a los inventores y descubridores de todo lo que hoy disfrutamos. Lo que me es gratificante es que cada vez hay más gente dispuesta a pensar. Me entusiasma que los jóvenes hablen de escepticismo sano y no sólo de negar algo que suena a tontería. Tal vez el siglo XXI sea el hito que todos esperamos para acabar con lo que parece el inicio de una era de oscurantismo. Una era de retroceso que inició con los problemas sociales de 1968.
Pueden existir fenómenos desconocidos para nosotros, o para la propia ciencia, que por su naturaleza única no son susceptibles de ser analizados bajo los estándares del método científico, hasta que se logre tomar una evidencia de su existencia, como sucedió en el caso de los rayos bola.

“No por ser una eminencia, se deja de ser humano, y del ser humano es errar”.

¿Cuál es el caso que te ha costado más resolver?
El caso que más me ha costado resolver, es uno propio. Hace algún tiempo lo hice público en los foros, y como era de esperarse cayeron 2 o 3 similares y mucha gente se acercó a mí para comentarlo. Cosa que no sucede cuando estás en contra de un caso en específico. Curiosa humanidad.
Nunca lo había contado, salvo a un muy reducido grupo de amigos, ex-compañeros de investigación, y recientemente en un tu foro, Otras Inteligencias, ¿Recuerdas?, donde se debatía precisamente cuál había sido el caso que más nos hubiera impactado.
La experiencia fue así:
El que más me dejó impactado es el que me sucedió el verano de 1991. Este suceso fue compartido con un compañero del grupo al cual pertenecíamos en ese entonces, "Fundación Cosmos, A. C.", mi compañero era el Sr. Ernesto Estrada Bustos.
En ese entonces se decía que en la cima del Cerro de "Las Mitras" se veían luces por las noches, nosotros no habíamos tenido ninguna suerte en las varias vigilias que habíamos tenido desde nivel de piso. Así que ese verano decidimos formar un grupo de exploración que dividimos en 4 cuadrillas de dos miembros cada una. La idea era subir el cerro y hacer guardia nocturna en una de las cuevas que se encontraba casi en la cima.
El ascenso a ese punto se llevaba casi 4 horas sin equipo; con equipo, esperábamos estar ahí en 5. Cuando empezamos a subir, era un poco tarde, así que a medio camino ya nos había oscurecido; sin embargo, las luces de la ciudad iluminaban bastante bien el camino, era increíble la claridad con la sola iluminación citadina. Al llegar a un claro, decidimos descansar un poco. Frente a nosotros teníamos un espectáculo abrumador, bosque a la derecha e izquierda con una loma a la derecha, lo que nos impedía ver media ciudad, pero al frente, por el camino que veníamos subiendo, podíamos ver en todo su esplendor lo que parecía un terciopelo negro tachonado de diamantes.
De pronto, una luz nos hizo voltear al mismo tiempo, era una esfera con un fulgor blanco azulado que se movía sin ruido alguno, como una burbuja de jabón, o al menos así la veíamos desde nuestro punto de observación rumbo a la ciudad y sobre ella, pero más cerca de nosotros. Es algo difícil, aún ahora, calcular tamaños y distancias, pero estimamos entonces que esa esfera tendría entre 80 y 100 cm de diámetro encontrándose a unos 300 metros al frente de nosotros. Los equipos que venían detrás no la vieron, así como tampoco el que iba más adelante de nosotros, pues al comunicarnos por radio nos refirieron que fue negativo el avistamiento para ellos.

El evento duró unos segundos, tal vez 30 segundo, la esfera salió por el oriente moviéndose hacia el poniente, nosotros dábamos la cara al norte, regresó unos metros y se quedó estática un momento, luego hizo un giro semicircular y se dirigió al poniente a velocidad media perdiéndose de vista entre los árboles y posteriormente tras la montaña.
Esta experiencia me recordó a una vieja película donde un niño genio arma un sistema informático con el que crea una esfera virtual visible en el mundo real. Perdón por la comparación, pero es lo más cercano que tengo como parangón para este evento que nos tocó presenciar:

Nos quedamos petrificados, pero a la vez con gran curiosidad por saber qué demonios había sido eso.
Desde entonces, este es el tema que más me interesa de la ufología. Los foo-fighters podrían ser de esta misma naturaleza. Un tiempo llegué a pensar que las luces que se decía flotaban sobre los campos de trigo se debía este mismo fenómeno. Ahora sólo creo que los foo-fighters tienen esta posibilidad.
El fenómeno no despidió nada que pudiéramos percibir, sólo la luz. Tenía una apariencia sólida, color blanco opaco y con un resplandor blanco azulado. Veíamos que brillaba con luz propia, pero podíamos ver definidamente su forma esférica. No hubo sonido perceptible o cambio ambiental.
Sólo nos dejó una sensación de: “Algo sucede”. Sin embargo, nunca lo relacionamos con algún artefacto del espacio exterior, en todo caso sentimos que podía tratarse de un fenómeno terrestre no catalogado.

Nunca había querido contar estar experiencia porque la quería guardar como una especie de seguro para cuando me topara con un caso similar, pero han pasado casi 20 años y no he vuelto a saber de algo parecido.

Para mi sigue siendo un misterio y hay poca literatura al respecto. Y con referencia a los foo-fighters, se les ha querido encuadrar dentro de fenómenos relacionados con efectos atmosféricos, y estaría de acuerdo en esta tesis, aunque no tengo evidencia para inclinar la balanza o decir a ciencia cierta los que era.


"Usar el sentido común en asuntos de fe, comúnmente no tiene sentido".

¿Tienes algún master case o leading case preferido? Cuál o cuáles y por qué?

Antes era el caso Vidal hasta que se descubrió que en realidad no sucedió. Fue una jugada mercadotécnica para la película “Che OVNI” de 1968.
Sin duda alguna estoy a la expectativa de solucionar el que me ocurrió, y aquí sería el tema de los Foo-Fighter, si en realidad guarda relación.

El otro caso es uno clásico de la ufología sucedido el 29 de diciembre de 1980 en que 2 mujeres y un niño tuvieron un avistamiento camino a casa, y en el que resultaron con quemaduras, al parecer, producto de una emisión radioactiva. El asunto involucra una escuadra de helicópteros que seguían de cerca al objeto que les causó las quemaduras. De los tres, Betty Cash resultó más lastimada, pues había salido del coche para ver mejor el objeto en el cielo y recibió de forma más directa la emisión radioactiva, confirmada una semana después por el médico de cabecera de Betty. El caso se conoce como “El Caso CASH-LANDRUM”. El 29 de diciembre de 1998 Betty fallece a los 69 años de edad.


“Se puede ser buen investigador mientras no se pise el cayo de otro investigador. Cuando esto sucede, la reacción a la crítica es la diferencia entre un buen investigador o un cómplice”.
Te he leído decir que no te interesa convertirte en Némesis de nadie. Aclárame esa postura tuya.

Durante el tiempo que he estado dentro de la investigación OVNI, me he topado en un gran porcentaje con casos que no son lo que pretenden ser. Como mi interés es la información y no en si el testigo o el investigador que lo ha estudiado, descarto para futuras referencias más aportes de estas personas, siguiendo la tónica de la frase de Nietzsche. Así que cuando digo que no me interesa convertirme en Némesis de nadie me refiero a que no realizo persecuciones, simplemente ya no los tomo como fuente confiable de información.
Convertirte en Némesis a la larga te encasilla y hace que el objetivo se pierda, además de que pasas de ser un investigador a vivir a la sombra de otro esperando a qué hora se tropieza.
Me gusta hacer constar mi punto de vista sobre casos, informes, reportes o trabajos de otros investigadores y darle más opciones en caso de qué existan. Muchas veces no se toma en cuenta el término OVNI por enfocarse en el “Platillo”. Como la vez en que mi sugerencia de una mariposa fue atendida y un caso se resolvió en un foro.

Algunos otros investigadores me han hecho saber que no veían más allá hasta que leyeron un comentario mío o resolví un caso mirando fuera de la ufología. Sin embargo cuando con esa misma visión comentas que un caso suyo es falso, la admiración se desvanece. Y en este caso no soy reiterativo a menos que se me pregunte.
Tengo mis propias convicciones con respecto al tema, y no me dejo influenciar por la amistad ni por el deber de una etiqueta sin una buena argumentación convincente. Mi búsqueda es personal y dejé atrás el tratar de convence. Ahora lo que intento es mostrar al ciudadano común que no todo lo que brilla es OVNI; mi objetivo es crear una conciencia de apertura y no dejarse llevar por lo que se dice en una revista o un programa de televisión.


"A veces la Ufología se maneja como un gran restaurante a la carta. De pronto nos sirven una cochinita pibil a medianoche que nos cae muy pesada, o un sandwich de atún a mediodía que no nos nutre en lo absoluto. Pero nunca se sirve un plato balanceado con el que quedemos satisfechos".

¿A quiénes respetas en esta profesión o vocación?
Respeto mucho a quienes ven más allá y tratan de encontrar una explicación independientemente de sus conclusiones finales, muchas de ellas contrarias a sus expectativas iniciales. Puedo mencionar a Pedro Ferriz, Joseph Allen Hynek y Antonio Ribera, quienes afianzaron mi decisión de tomar este camino. Siento un gran respecto también por Philip Julian Klass, Milton W. Hourcade, Vicente-Juan Ballester Olmos, Jacques Valleé, Lucy Guzmán y Orlando Pla, amirgos algunos de ellos.

"Cuando se es nuevo en el bosque, cada ruido es motivo de atención. Con el tiempo, y acostumbrados al ruido natural del bosque, sólo lo verdaderamente intrigante mueve nuestra curiosidad".
Leo, has hecho investigación de campo y me consta, por qué te molesta tanto que se hable de aquéllos que no se han mojado los zapatos?
Tengo exactamente 25 años en el tema, de los cuales 15 fueron de investigación de campo. Esta frase no me molesta en particular, Mir. Considero que es un latiguillo, y como tal me molesta sobremanera. Porque hay ufólogos , o que se autotitulan tales, que creen haberse granjeado ese mérito por haber gastado suelas en el barro o en tierra seca, da lo mismo, por haberse lanzado a averiguar in situ sin aportar un real conocimiento al tema en particular. Lo único que vemos son recopilaciones de relatos que confirman una línea preestablecida. En ese sentido no tengo de qué abochornarme, porque como te comentaba he hecho también investigación de campo, sin embargo, narrar mis andanzas en el desierto de mi estado natal, pasando calores agobiantes o sufriendo el embate de los mosquitos no lo considero ufología. Ufología es el estudio del resultado de la investigación de campo, no la narración de un testimonio o la odisea que fue obtener una foto.

Sin ir más lejos, Mir, el Caso Gaboto: Estoy a 8,000 km de distancia, es fácil presuponer que no lo pude investigar en campo, cosa que es real, pero cuando se trata de evidencia fotográfica, Mir querida, no se necesita más que conocer la técnica, tener un buen equipo para intentar reconstruir los hechos y paciencia. Si en el análisis se presentan dudas, entonces si se hace necesario ir al lugar y tratar de reconstruir los hechos, pero en este caso con el material fotográfico fue suficiente. ¿Me explico?
Y es gratificante cuando estudiosos del tema llegan a la misma conclusión que un servidor por otros medios.

"Catalogar un objeto como OVNI, no lo coloca automáticamente en la categoría de NAVE EXTRATERRESTRE, pues esto sería contradictorio con la propia definición de OVNI".
En la hipótesis de un tête a tête con un ser extradimensional, ¿qué emoción crees que te embargaría? ¿Dudarías hasta ante su presencia? ¿Qué preguntas crees que le harías primero? ¿Qué le pedirías que hiciera para ti o por ti?

Hipotéticamente, y aceptando sin conceder la hipótesis dimensional, no pediría nada, sólo preguntaría el porqué de su manifiesta ausencia. ¿Cuál es el freno para presentarse masivamente? Y después de eso, por supuesto, todo lo que me puedan decir sobre sus avances, conocimientos, historia, sociedad, etcétera.

"Ante la necesidad de creer, no hay explicación que valga"

A qué le atribuyes la necesidad de ciertos seres humanos de creer en Dios o en Hermanos Mayores o en la Pachamama o en cualquier otra cuestión no científicamente comprobable?
 
Es una pregunta interesante, mi querida Mirta, sobretodo por ser hecha en un contexto ufológico. Pocas personas logran ver la estrecha relación que la ufología guarda con la religión, y no por aquello de los antiguos astronautas. El hombre ha sido un amante constante del cielo, no en balde situó allí a sus dioses, y de la misma forma ahora sitúa a los extraterrestres en la hipótesis más aceptada por el gran público. Y sin duda, como dices, responde a una necesidad. Esa necesidad es variada, pero por lo general, como decía Bertrand Russell, es el saber que tenemos un hermano mayor que nos cuida y nos guía, el no sentirnos solos y sin propósito.

Tendemos a auto situarnos en el centro de la creación y, como tales, objeto de un propósito que no alcanzamos a entender, pero generalmente se acepta aún y con los defectos humanos reflejados en esos “seres superiores”, como el premio y castigo por nuestras buenas acciones, la protección contra nuestros enemigos o el castigo en caso de desobediencia. De la misma forma se acepta a la existencia extraterrestre, pues mientras por un lado existen creencias en “Hermanos del Cosmos” que abogan por nosotros, por otro lado existe la creencia de "cuatreros espaciales" o "médicos" que usan nuestro ganado y a nosotros mismos para sus experimentos. Para algunos pocos son emisarios de la noche, que podrían equipararse a los demonios de la antigüedad, esto justificado en el negro de sus ojos bajo la premisa de que los ojos son el espejo del alma. Cosas sin duda para un estudio psicosocial.
En mi punto de vista muy personal, la presencia de “Hermanos Mayores” pasó de ser una sensación de seguridad a una necesidad de resolver nuestros problemas, y fue entonces que una devoción se convirtió en una especie de culto de cargo. La mayoría acude a estas entidades cuando su vida sufre altibajos o están en condiciones extremas, y en este sentido coincido con un estudio publicado por la revista SCIENCE titulado “La Pérdida de Control incrementa la percepción de Patrones Ilusorios”, publicado en el Volumen 322 del 3 de octubre del 2008.
Esos patrones se acentúan y es cuando los milagros ocurren. El origen y la figura que cada quien otorgue a esas “manifestaciones”, dependerá en primera instancia de las expectativas propias, después a su herencia familiar y finalmente a su herencia cultural. Un occidental no tiene un trance místico con Buda, o un musulmán con Quetzalcóatl. Alguien que creea en una religión tribal pensará otras cosas, lo mismo que un ateo lo atribuirá a una pareidolia. Tal vez mi visión sea muy mundana, pero en cosas de religión soy pragmático, pues no tengo esa convicción, así que lo que veo no coincide con esta óptica.

“Cuida de qué saco tomas tus frijoles, puede que sólo obtengas piedras".

¿Cuáles son las pequeñas cosas de la vida que más placer te causan?

Me gusta mucho leer; mi pasión es el cine sin ser un experto crítico; la pintura, aunque hace más de 25 años que no toco un pincel. Me gusta la charla de café con los amigos, conversar por horas y tratar de entender el mundo. Pero lo que más me apasiona de todo eso es un intercambio sano de opinión. Cuando logro tener un tiempo para mi, leo como loco, hoy sólo ufología, pero antes mi pasión era compartida por igual por la novela de ciencia ficción y la ufología. De pronto me gusta leer sobre algo que no conozco y abarco temas muy diversos que me pueden servir para desarrollar mis escritos, no tan prolíficos porque no me gusta publicar nada que no tenga una conclusión; pero escribir también es uno de mis gustos.

Leo, mil gracias por esta entrevista, fue reveladora y agradable.

Gracias a ti por considerarme sujeto de entrevista. Mi labor no busca reconocimento alguno, sin embargo el honor que me das me deja con la satisfacción de que mis escritos son leídos. Gracias por ser uno de mis cuatro lectores.