sábado, 27 de marzo de 2010

Porque es mi naturaleza




Dos monjes estaban lavando sus platos en el río cuando se dieron cuenta  que un escorpión se estaba ahogando. Un monje inmediatamente lo  recogió y lo puso en la orilla. En el proceso  fue picado. Volvió a lavar su plato y otra vez el escorpión cayó.   El monje  volvió a salvar al escorpión y fue picado nuevamente. El otro monje le preguntó: "Amigo, ¿por qué insistes en  salvar el escorpión cuando sabes que su  naturaleza es picar?"

"Porque", respondió el monje, "salvarlo es mi naturaleza."

 
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Cada uno actúa según su naturaleza


Ningún tipo de lógica o razón supera nuestra naturaleza básica fundamental



Para vivir la vida de Zen  se debe tener… respeto  infinito a todo lo que ha pasado.


Servicio incondicional  a todo lo que es presente.


Responsabilidad con el futuro…


El monje estaba viviendo la vida del Zen. La razón constituye una barrera o muro para vivir el camino del zen…


El misterio de los alienígenas silenciosos




Acabo de recibir un correo de mi amigo Moisés Garrido Vázquez con esta información, que vio la luz en Público.es

Veámosla

MIR




 El misterio de los alienígenas silenciosos

Astronomía. Auge, caída y futuro del empeño humano por saber si estamos solos o hay alguien más en el universo.

JAVIER YANES - MADRID - 27/03/2010 (PÚBLICO)
El físico italiano Enrico Fermi, uno de los cerebros de la bomba atómica, convirtió en categoría una cierta costumbre de los científicos de responder a preguntas numéricas complejas ¿cuántos coches cabrían en los océanos? en una servilleta de bar empleando un lápiz, cuatro datos bien traídos y grandes dosis de lógica. Durante un almuerzo con sus colegas en 1950, se deslizó en la charla la posible existencia de civilizaciones alienígenas, a la que el físico aplicó su método para concluir que sí; debía de haber alguien ahí fuera. Pero siendo así, preguntó el Nobel, ¿dónde están? Sus labios elevaron la simple retórica a la inmortalidad en forma de algo que desde entonces se conoce como Paradoja de Fermi y que ha mantenido ocupados durante décadas a investigadores de todo el mundo. Uno de ellos, el estadounidense Frank Drake, que ha dedicado su vida a tratar de que la paradoja deje de serlo, inauguró hace medio siglo uno de los empeños científicos que más han inspirado la imaginación popular: SETI, Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre.
Más que un proyecto homogéneo y concreto, SETI ha sido el objetivo común de diversas iniciativas. Su nacimiento se asocia al experimento seminal en el que Drake, en 1960, decidió comprobar si aquellos hombrecitos verdes sobre los que tanto se especulaba podían estar gritándonos su existencia a través del universo sin que nos molestáramos en poner la oreja. A sus 29 años, el joven astrónomo había llegado a concluir qué debía escucharse y con qué oreja: ondas de radio de banda estrecha con un radiotelescopio. Al mismo tiempo y de forma independiente, un artículo en Nature firmado por los físicos de la Universidad de Cornell (EEUU) Giuseppe Cocconi y Philip Morrison había llegado a las mismas conclusiones, poniendo cifra concreta a la frecuencia de búsqueda 1.420 megahercios o 21 centímetros de longitud de onda, la firma universal del hidrógeno y nombre a las estrellas candidatas a las que escuchar, similares al Sol y dentro de un radio de unos 15 años luz. El artículo terminaba con una frase que se convertiría en grito de guerra de SETI: "La probabilidad de éxito es difícil de estimar; pero si nunca buscamos, es cero".
Drake escribió sus recuerdos de entonces para el primer número de la revista Cosmic Search, un efímero vehículo de SETI que sólo publicó 13 números de 1979 a 1982. En su artículo, el astrónomo retrocedía 20 años a su estancia en el Observatorio Nacional de Radioastronomía de Green Bank, en la agreste Virginia Occidental, y recordaba cómo un día nevado de 1959 almorzaba con sus compañeros en un tugurio de carretera al que socarronamente llamaban Pierres, Antoines o La cuchara grasienta. Fue cuando decidió convencer a sus colegas para embarcarse en el sueño que acariciaba desde los ocho años: buscar vida extraterrestre. Tenía la herramienta perfecta, el flamante y recién terminado radiotelescopio Howard Tatel, de 26 metros, que les permitiría buscar en un radio de unos 10 años luz. "Mientras la última gota de Coca-Cola arrastraba la última patata frita grasienta, había nacido el Proyecto Ozma", escribía Drake, que bautizó su gran idea en honor a la princesa del país de Oz creada por L. Frank Baum. El 8 de abril de 1960, Drake se levantó a las 3 de una mañana fría y neblinosa, trepó al foco del telescopio para ajustar los componentes y se reunió con sus colaboradores en el centro de control. Allí dirigieron la parábola a la estrella Tau Ceti, encendieron el receptor, pusieron en marcha el registrador y la cinta grabadora, y el ser humano comenzó a buscar a alguien con quien hablar en el espacio.
Salvo por una falsa alarma al explorar otra estrella, Epsilon Eridani, las 150 horas de rastreo del Proyecto Ozma, repartidas en sesiones de seis horas hasta julio, no obtuvieron resultado. Pero el camino estaba abierto. En 1961 Drake reunió en Green Bank a una decena de expertos que conformaron la primera conferencia SETI. Frente a aquel reducido auditorio, autodenominado la Orden del Delfín la especie conocida más próxima a la humana en inteligencia, Drake aportó su ecuación, su versión del método de Fermi para estimar cuántas civilizaciones extraterrestre podrían existir en la Vía Láctea. Una fórmula que, desde entonces, ha protagonizado innumerables estudios y debates científicos, y que carece de solución única.
De Contact a la "caza de marcianos"
El auge y caída de SETI ya es historia. El proyecto recibió el impulso de grandes personalidades, como el fallecido astrónomo y divulgador Carl Sagan, que plasmó un figurado éxito del empeño en su novela Contact. En la cresta de la ola, Drake envió al espacio en 1974, desde el radiotelescopio puertorriqueño de Arecibo, el primer mensaje dirigido a ellos, una serie de datos sobre los humanos y su mundo que se transmitió hacia el cúmulo globular M13, a 25.000 años luz de la Tierra. En 1975, SETI recibió el abrazo, aún tímido, de la NASA y sus fondos públicos. En 1992 el proyecto tocó techo con un plan de 100 millones de dólares a 10 años. Pero sólo un año después, el globo se pinchó cuando los fondos se cancelaron por "déficit en el presupuesto federal, falta de apoyo de otros científicos y contratistas aeroespaciales y una significativa historia de infundadas asociaciones con elementos no científicos, combinado con falta de oportunidad", según el historiador de la NASA Stephen Garber. Este autor recordaba que el senador demócrata de Nevada que promovió el cerrojazo, Richard Bryan, cerró su triunfo con un comunicado de prensa en el que decía: "Esperemos que este sea el fin de la temporada de caza de marcianos a costa del contribuyente".
Hoy SETI sobrevive con un perfil bajo gracias a donaciones que sostienen instituciones privadas como el Instituto SETI y la Sociedad Planetaria. La búsqueda cuenta con el apoyo de voluntarios, como los más de tres millones de usuarios de SETI@home que ofrecen la capacidad sobrante de sus ordenadores para analizar datos, o los miembros de la Liga SETI, aficionados entusiastas con antenas parabólicas instaladas en el jardín. El astrónomo jefe del Instituto SETI, Seth Shostak, señalaba a Público hace unos meses que el interés por nuestros posibles vecinos no ha decaído: "Yo sigo recibiendo a diario correos y llamadas de gente interesada". El Instituto, junto con la Universidad de California en Berkeley, promueve la construcción del telescopio Allen, un conjunto de 350 antenas cuyo nombre honra a su mecenas, el cofundador de Microsoft Paul Allen, que ha aportado 25 millones de dólares.
"Podría ser extraterrestre"
En medio siglo escuchando el cosmos, sólo un evento escapa todavía a una explicación terrestre. El momento más excitante en la historia de SETI se vivió el 15 de agosto de 1977 en el Big Ear (Gran Oreja), un radiotelescopio de la Universidad Estatal de Ohio que desde su puesta en marcha en 1963 se dedicó a rastrear señales de otros mundos. Aquel día, la impresora del computador escupió, en mitad de una rutinaria marea de datos que sólo mostraban ruido cósmico, una potentísima señal procedente de la constelación de Sagitario que duró 72 segundos, exactamente el intervalo previsto en el que una fuente emisora del cielo en rotación dejaría huella en la antena. Cuando Jerry Ehman, el profesor universitario que regalaba parte de su tiempo al proyecto, descubrió aquella anomalía en la tira de papel continuo, no pudo menos que marcarla en rojo y escribir en el margen "Wow!" (¡Guau!). La Señal Wow! ha pasado así a la historia, y ni volvió jamás a repetirse, ni nadie ha sabido explicarla sin fisuras. En un informe en el trigésimo aniversario de la señal en 2007, Ehman concluía: "Ya que todas las posibilidades de un origen terrestre se han descartado o son improbables, y como la posibilidad de un origen extraterrestre no se ha podido desechar, debo concluir que una inteligencia extraterrestre podría haber enviado la señal que recibimos como la fuente Wow!". Pero pese a su histórico significado, ni siquiera el Big Ear ha resistido al signo de los tiempos. Tras casi cuatro décadas de funcionamiento, hace 12 años fue desmantelado para ampliar un campo de golf vecino.
La tarea de ubicar una señal inequívocamente inteligente y extraterrestre en la inmensidad del cosmos es, según el astrofísico y divulgador británico Paul Davies, "buscar una aguja en un pajar". Davies, que dirige el centro Beyond en la Universidad Estatal de Arizona, acaba de publicar The eerie silence: are we alone in the universe? (El silencio inquietante: ¿estamos solos en el universo?), una reflexión sobre los 50 años de SETI y una guía para futuras investigaciones. Alguien como Davies, ¿apostaría algo a que realmente no estamos solos? "Si me pongo el sombrero de científico, soy escéptico, y probablemente estemos solos. Si me pongo el de filósofo, pienso que debe de haber mucha vida en el universo. ¿Y qué quiero creer como ser humano? Que hay vida inteligente y que pronto lograremos comunicarnos con ella", piensa en voz alta. Y si no, quién sabe; tal vez dentro de 25.000 años, un astrónomo alienígena en el cúmulo globular M13 vea romperse el silencio de su radiotelescopio con una señal Wow! y aprenda que estamos, o al menos estuvimos, aquí.

PAUL DAVIES, Astrofísico, divulgador y escritor

«SETI busca lo mismo que las religiones»
 ¿Cuál es su balance de los 50 años de SETI?
Un inquietante silencio, como titulo mi libro. Pero vale la pena, aunque debemos explorar nuevas estrategias. En lugar de señales de radio de banda estrecha, debemos buscar balizas cósmicas que emitan pulsos. Segundo, debemos olvidar la idea de mensajes dirigidos a nosotros, porque no saben que estamos aquí. Debemos buscar firmas de tecnología, fenómenos que no tengan una causa natural, como, en el caso de la Tierra, el calentamiento global.
¿La Señal ‘Wow!’ podría ser una de esas balizas cósmicas?
Es imposible saberlo. Una baliza es un faro, repite la señal. Los radiotelescopios sólo han podido mirar a cada estrella durante media hora, pero no se ha vuelto a hallar esa señal. Es consistente con una inteligencia extraterrestre, pero lo es con otros procesos naturales. Sería diferente si apareciera otra vez.

¿Se justifica el gasto sin resultados ni aplicaciones? ¿O debería ser incluso mayor?

La motivación es la misma que la de la religión; antes se construían catedrales buscando las grandes cuestiones del ser humano, y nadie objetaba esos gastos. SETI persigue lo mismo, la identidad humana y cómo encajamos en el universo. Hoy sólo se gastan fondos privados. Por suerte el volumen es adecuado, pero es una pena que como sociedad no dediquemos más recursos.

¿Cree que la gente ya no sabe qué pensar sobre si hay alguien ahí? La ecuación de Drake ha tenido tantas ‘soluciones’...
La ecuación de Drake no significa nada. Su principal cuestión es la probabilidad de vida en un planeta como la Tierra, y no lo sabemos, porque no tenemos teoría sobre el origen de la vida. La mejor forma de responderlo es saber si la vida ha surgido más de una vez en la Tierra. En mi libro dedico un capítulo a la búsqueda de la biosfera en la sombra, microbios terrestres que serían vida distinta a la que conocemos. Claro que la inteligencia biológica es sólo una fase en la evolución.

viernes, 26 de marzo de 2010

La sabiduría del silencio




De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir.

No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.
Si no tienes nada bueno, verdadero y útil qué decir, es mejor quedarse callado y no decir nada.

Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía.El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.

Si te identificas con el éxito, tendrás éxito.
Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos.
Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna.
Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios.
Porque siendo como un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera.

Con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permite una comunicación sincera y fluida.

No te dés mucha importancia, y sé humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el Tao.
No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos.

Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar.
El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente.

Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.

No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones.
La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese famoso “sí” no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después.
Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.
Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo.
El hecho de no saber es muy incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal.
En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.

Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad.
Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido.
Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades.
El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.....

Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resulto de ti mismo.

Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas.
Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.
Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo.
Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar. O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal. Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao.

Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio.
Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente.
Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio.
Si tu ego se impone y abusa de este poder el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente.

Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno.

Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.
No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.
Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser.

Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.


Texto taoísta traducido por Oscar Salazar

domingo, 21 de marzo de 2010

Otoño en el Hemisferio Sur






Ayer, 20 de Marzo, a las 8 45 hora oficial comenzó el otoño en la Argentina
Hoy, Domingo 21 de Marzo, llueve y hace frío….un frío impactante si se tiene en cuenta que ayer nomás había 26 grados con algo de sol asomando entre desdibujadas nubes.
Es mi estación preferida.  Por varias razones.  Por la lluvia que es abundante y por los colores de la naturaleza, esa paleta de maíz, ocres, cremas, arenas, dorados, rojos, naranjas y verdes oliva.  Ambas cuestiones son como una tentación ineludible para el poeta, para el sensible, para el que posee alitas juguetonas en el plexo solar.  Y hablando de alitas, miles de ellas surcan los cielos hacia la calidez de otros lares, mariposas en busca de  primavera o verano más apacibles a su delicada vida. 
Como dice mi adorado amigo Eduardo Galeano, “Para volar han nacido: para volar este vuelo. Después, regresan a casa. Y allá en el norte, mueren.  Al año siguiente, cuando llega el otoño, millones y millones de mariposas inician su largo viaje…”
Me vienen a la mente poemas viejos, de cuando no me acostaba sin haber escrito alguno. Memorias  incestuosas, donde solía pensar que el Sol copulaba con la Luna en algún momento del día, ocultos a los ojos penitentes.
¿Se dieron cuenta que los silencios comienzan a recobrar fuerza con el otoño? Aquella poesía mía llamada Silencios de color viene a cuento ahora
Nos son tan prescindibles
las palabras
que son más los silencios,
que son más las miradas.
Que decir siento frío
es teñirse de gris las pupilas.
Y decir estoy sola
es volverle la cara al otoño
ése nuestro amigo por tres meses.
…Para qué contarnos la melancolía
si nos basta con vestir azul
…Para qué pactarnos la sonrisa
si nos la regala esa valentía
de abrirle la casa al sol.
Es tan cierta
esta no necesidad de palabras
que nos estamos olvidando del lenguaje
y aprendiendo a balbucear silencios
Silencios de color.

Acrisolado, ovillado en la esquina más arcaica de mi memoria, surge aquel otro verso
que metamorfoseaba  abril y febrero  en imágenes precisas, tangibles, que se llamaba
Tejiéndote y que empezaba así:

Con las manos abril
Y los dedos hojas amarillas,
Con madejas de sol
Y agujas de lluvia,
Te estoy tejiendo en punto aire
Un pullover polícromo.
Con la mirada febrero dulce
Y la boca dormida,
Con el cuerpo esperando,
Aminoro la marcha del tiempo
Para así, aunque sea un instante,
Poder ver, anidada en tus brazos,
Desde el arco ciliar de la tarde,
La caída sangrienta del sol.

También comparto con ustedes el poema que me dedicó mi amigo poeta premiado
Jorge Lorenzo del Gesso a raíz de Tejiéndote:
      CON TUS MANOS ABRIL
a Mirta Cristina Rodríguez Corderí 

Con tus manos abril.
Con tu vientre la sangre
celtomagiar ya erecta
ya dominando
su mundo joven
en aparente lejanía
de tu vientre
que busca desbocado
en otros vientres
hasta que encuentre aquel
definitivo delicia y cárcel
agonía y consuelo.
 Con tu reposo anillo
 para engarzar al sembrador
 de tu vientre
 el que le hundió 
 la semilla inexorable
 esa que torna necesario
 el fugaz sometimiento
 de la fémina al macho
 para luego
 pasividad  teatreada
 reinar
 suavemente tiránica
 sobre todos y todo
 sembrador fruto
oh gloria a Dios 
cortinas ilusiones
 cacerolas arrebatos felpudos
decisiones sonrisas intervalos.
Con tus sueños materia
 para gestar mañana
 paraísos sin precio
 fantasías más netas
 que una naranja roja 
 para apretar el cosmos
 con manos de noviembre
 druídicamente sabia
 y dibujar mortales
sendas a ser seguidas
que en ávidos papiros
 copiarán en el otro
 lado del vasto Atlántico  
 donde estará colgado
 el sarmientino hábito
 que lucías el día
 de tus seis años                                                                        
 en que gestaste "La Soledad"
 te lo dirán los astros
 con los que te tuteás
 si es que no se ha prendido
 para siempre a tu carne
 de niña genio eterna
  y ni ellos pueden verlo.
 Con tus manos
 redondamente puras e infinitas
  ABRIL.

 Jorge, BBAA, 21-XI-2007 
Cosas aparentemente deshilvanadas, pero que escapan al caos, no se someten, no se dejan seducir por la anarquía.  Tienen su propia babel pero sin pretensiones de tocar el cielo y atravesarlo……..maraña de impresiones, fárrago de sentimientos, galimatías de vocales y consonantes, vorágine de pasiones pequeñas y difusas.
Todo muy otoñal, por cierto

MIR