miércoles, 17 de agosto de 2011

Leyendo tus poemas







Leyendo tus poemas


Detrás de tu cabeza,
por  la ventana abierta,
la  tarde se detuvo
Tu voz inundó el cuarto
con olas de tibieza,
tan queda, tan susurro,
temblándome en el cuerpo
Leías tus poemas
Yo, asida a la espesura
de tu oscura mirada
pude salvar el vértigo
de ese sutil embrujo
que modelaba
estrellas sonoras en tu boca
¡Qué mágico galope
de vida en tus palabras
artesano de ensueños!
Lograste aprisionar
las cosas cotidianas
cavando en lo profundo
el diamante final
de cada estrofa.
Dejaste de leer y fue el silencio
Quedé unos instantes
ajena a ese mundo
del que nos separaba
la callada silueta de una puerta
Y en ese otro lenguaje
que sólo hablan los ojos,
posiblemente el único
que entienden los poetas,
te dije la belleza
que dejaste en mi alma
Después salí a la tarde
a desandar veredas
Supe inmediatamente
Que una parte de mí
no habitaba mis pasos
Estaba aún allí
cautiva de tu voz,
leyendo tus poemas.

MIR

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