jueves, 22 de mayo de 2008

Una metáfora, cuatro paradojas





Rompan el hielo!!! Que parece que andan todos un poco tiesos o seguramente no se han acostumbrado aún que están en un nuevo blog....vicisitudes de las inauguraciones y las novedades...


Hermandad y fraternidad entre nosotros, ¡cuánto falta todavía visto el mundo y sus avatares!


Pero, por algo hay que empezar y si empezamos un grupito a concientizarnos, puede que por imitación sigan otros, y así lleguemos a ese porcentaje mínimo de mentes pensando lo mismo y ¡zas! el salto cuántico evolutivo, el cambio de conciencia global......


...me gustan esos postulados, como seguro van dándose cuenta.


Esta es mi apertura hacia el mundo. Tan criticada ella, por cierto, por mi costumbre de mostrarme tal como soy “al público”
Eso tan molesto de dar la cara
Pero creo que los que así lo hacen es porque tienen pánico o fobia a la exposición o pecan de suspicaces o son amantes del secretismo o no quieren abrirse a la otridad y ése no es precisamente mi problema ¿me explico?


Yo, por ejemplo, tengo bien claro que lo mío pasa por el servicio desinteresado a los demás y eso implica decir quién soy con todas las letras, dar a conocer no sólo mis datos personales sino incluso mis gustos, habilidades , idiomas y estudios; en este último punto hasta se ha sugerido malévolamente que al darlos a conocer yo hacía alarde de ellos: nada más alejado de la verdad por cierto


En un mundo tan mercantilizado se han ido olvidando las bondades del compartir, de la familia, de la vecindad, de la amistad, la empatía, la simpatía, la solidaridad, el pensar y plantear cosas en colectivo, un largo etcétera. Terreno - quién lo va a negar- de los valores supremos, los ideales, los arquetipos...


Y ahora a leer algo de la Wikipedia que es sabroso

Hotel infinito

Hotel Infinito es una metáfora inventada por el matemático alemán David Hilbert, para explicar las paradojas relacionadas con el infinito descubiertas por el también matemático Georg Cantor, de una manera sencilla.
Esta metáfora describe por medio de un hotel de habitaciones infinitas, cuatro paradojas de las encontradas por
Georg Cantor. Numerosas personas han creado historias completas sobre la metáfora de David Hilbert ([1], [2], [3]).



El hotel más grande del mundo
Dos grandes hoteleros que querían construir el hotel más grande del mundo se reunieron a dialogar sobre el asunto y comenzaron por el primer y más obvio tema a discutir: cuántas habitaciones tendría.
"—¿Qué te parece si construimos un hotel con 1000 habitaciones?
—No, porque si alguien construyera uno de 2000 habitaciones, nuestro hotel ya no sería tan grande. Mejor hagámoslo de 10 000.
—Pero podría ser que alguien construyera uno de 20 000 y volveríamos a quedarnos con un hotel pequeño. Construyamos un hotel con 1 000 000 de habitaciones, ése sería un hotel grande.
—Y qué tal si alguien construyera uno con..."
[4]
Como siempre podría llegar a haber un hotel más grande, llegaron a la conclusión de que era necesario hacer un hotel con habitaciones infinitas de manera que ningún otro hotel del mundo pudiera superar su tamaño.


Infinito más uno
Sin embargo en un hotel de infinitas habitaciones no todo es color de rosa, tan pronto se abrieron las puertas de este hotel la gente comenzó a abarrotarlo y pronto se encontraron con que el hotel de habitaciones infinitas se encontraba lleno de infinitos huéspedes. En este momento surgió la primera paradoja, así que se tomó como medida que los huéspedes siempre tendrían habitación asegurada pero con el acuerdo previo de que tendrían que cambiar de habitación cada vez que se les pidiera.
Fue entonces cuando llegó un hombre al hotel pero éste se encontraba lleno, por supuesto esto no preocupó al cliente pues en el Hotel Infinito se aseguraba que todos tendrían habitación, el hombre pidió su habitación y el recepcionista, consciente de que no habría ningún problema, tomó un micrófono por el que avisó a todos los huéspedes que por favor revisaran el número de su habitación, le sumaran uno y se cambiaran a ese número de habitación, de esta manera el nuevo huésped pudo dormir tranquilamente en la habitación número 1. Pero, ¿qué pasó entonces con el huésped que se encontraba en la última habitación? Sencillamente no hay última habitación.


Dos infinitos
Estando el hotel lleno de infinitos huéspedes, llegó un representante de una agencia de viajes con el corazón en la mano, su problema era que tenía una excursión de infinitos turistas que necesitarían hospedarse esa noche en el hotel. Se trataba por lo tanto de hacer sitio a infinitos huéspedes en un hotel con infinitas habitaciones, todas ellas ocupadas en aquellos momentos. Pero el recepcionista no tuvo ningún problema en aceptar a los nuevos turistas. Cogió el micrófono y pidió a todos los huéspedes que se mudaran a la habitación correspondiente al resultado de multiplicar por 2 el número de su habitación actual. De esa forma todos los huéspedes se mudaron a una habitación par, y todas las habitaciones impares quedaron libres. Como hay infinitos números impares, los infinitos turistas pudieron alojarse sin más problema.

Infinito número de infinitos
Estando el hotel lleno con infinitos huéspedes, llegó otro representante de la agencia de viajes aún más preocupado que el primero y avisó al primero el gran problema que había ocurrido, ahora la agencia tenía un infinito número de excursiones con un infinito número de turistas cada una. "¡Qué enorme problema se presenta ahora!", pensaban los representantes de la agencia de viajes, ¿cómo podrían hospedar a un número infinito de infinitos turistas?
El recepcionista permaneció inmutable, por lo cual tomó tranquilamente el micrófono y se comunicó solamente con las habitaciones cuyo número fuera
primo o alguna potencia de éstos, les pidió que elevaran el número 2 al número de la habitación (n) en la que se encontraban (2n) y se cambiaran a esa habitación.
Entonces asignó a cada una de las excursiones un número primo (mayor de 2), a cada uno de los turistas de cada una de las excursiones un número impar, de manera que la habitación de cada uno de los turistas, se calculaba tomando el número primo de su excursión (p) y elevarlo al número que les tocó dentro de su excursión (t) lo que da pt.
Existiendo un número
infinito de números primos y un número infinito de números impares, fácilmente se logró hospedar a un número infinito de infinitos huéspedes dentro de un hotel que sólo tiene un número infinito de habitaciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

Ante todo felicitarte por este estupendo blog.

Tienes razón sobre lo que manifiestas en el prólogo de este artículo.

Lamentablemente, en este país ( y parece ser que es algo contagioso que ya se está reproduciendo por los demás) solamente serás reconocido si apareces en un programa de televisión basura, diciendo que le has "pegado" siete polvos al primo del torero que tuvo un afaire con la ex-novia del candidato a alcalde que luego fue acusado de connivencia con el juez que liberó a unos narcotraficantes ... etc. etc.
Es decir, que sólo vale lo que sale por los programa basura de televisión...

Asombrosamante, vemos como estos "frikies" llegan a cobrar sumas increibles, por seguir contando semana tras semana sus penurias personales, mostrando la baja calidad moral de los mismos y formando parte de un nuevo modelo de individuo, creado artificialmente por los responsables de estas televisiones basura ( no las llamo mierda, porque la mierda aún tiene un provecho...), dedicados a mentir, engañar. manipular y sobre todo a desinformar..
claro que a los responsables de los gobiernos y entes que ostentan los poderes de facto, esta situación les va de maravillas...
me explico:
Mientras que el "villano" ocupa todo su tiempo en estar completamente absorto por este tipos de programas basura, no tiene tiempo de "pensar" por si mismo. Los verdaderos problemas sociales: el paro, la vivienda, la educación , la sanidad, etc. etc. es algo que ya lo resolverán otros... sí, eso piensan... Ellos (estos villanos o gente vulgar) son los responsables, junto con los gobernantes, de que el pais sea cada vez una cloaca má apestosa.

Ahora ya no sólo las ratas salen de las cloacas... es que a casi todos nos quieren meter en la misma cloaca.

Luego hay quien dice que el mundo va mal.. que si el cambio climático... que si la crueldad con los animales... sí, todo eso es cierto... pero el verdadero cáncer del mundo está en nosotros mismos... hay demasiada prepotencia... (no sé de qué, puesto que el mejor de los hombres no es siquiera una mota de polvo en el Universo), sobran vanidades... y sobre todo, demasiado mercantilismo que no sirve para nada más que para que unos holganazes sigan holgazaneando a costa de la ignorancia general. pero como dice el refrán: " Cada villano tiene el cavique que se merece". Así que si estamos donde estamos, no le echemos la culpa solamente al gobierno , a los bancos, a la Iglesia, ¡que la tienen más que nadie, por supuesto! hagamos un acto de constricción y reflexionemos... si tenemos lo que tenemos, es porque no hacemos nada por cambiarlo.. así nos va ¡pandilla de inútiles que somos!

Por cierto, creo que ya lo dije antes... ¡ muy bueno el blog!

Saludos,
José Luis Giménez
www.jlgimenez

Leopoldo Zambrano Enríquez dijo...

Lo único que podríamos manifestar ante tal "paradoja" de los infinitos, es que lo que nosotros consideramos como infinito, no necesariamente es el infinito infinito final... es decir, el infinito es mucho más infinito de lo que nuestra mente finita puede imaginar. Estos juegos matemáticos que a los genios les gusta jugar, solo son supuestos teóricos en los que podemos sustentar teorías, no leyes.
¿Qué vemos con este ejemplo de paradoja?, que el espacio se ajusta a nuestra idea del infinito, pues si en verdad trabajáramos con el infinito real, y hubiera una infinita cantidad de habitaciones para cada un infinito número de turistas, solo ese hotel estaría habitado. Ahora, si trabajamos con varios infinitos contenidos en un infinito, no estamos hablando de verdaderos infinitos contenidos en un infinito mayor, pues sus componentes solo serían elementos del conjunto, menores al real infinito.

Pero no me hagan mucho caso, al fin de cuentas es solo una teoría que se suma al infinito de teorías que ya existen, es decir, un infinito de teorías más 1.

Un beso MIR, excelente ejercicio mental.