miércoles, 21 de mayo de 2008

Audacia redentora





Audacia redentora



Serpenteemos el día, amigo,
las veinticuatro horas
que presiente la piel del sueño
Sentémonos en la cresta del gallo
antes de que corte el aire con su bostezo
y se descubra la intimidad
que clausuran las ventanas y las puertas
Observemos la ciudad
desde la cima del tiempo:
los pasos que se cruzan en la acera
son diferentes minimundos ambulantes
-cada cual su propia angustia,
su propio cielo-
En una palabra, amigo,
la Babel y su génesis
Nosotros, políglotas del alba y del desvelo
traduciremos esos signos caóticos
al lenguaje uniformado del silencio,
restauraremos el mito de la alegría
en las caras de la mañana
y sabotearemos con olas de tibieza
el frío que los abrigos intentan combatir
Definitivamente, amigo, me confieso
enemiga del idioma cercenado
Embárcate conmigo en esta audacia
de locos o de crédulos:
rescatar al mundo de su infierno,
enseñarle a sonreir en la tormenta,
regalarle una ilusión inexpugnable
Tenemos todo lo necesario.
En tus manos, la forma y el color: la belleza
En las mías, la palabra y el sentido: el poema
Ambos, unidos, seremos la redención del orbe: el sentimiento
MIR

1 comentario:

loly dijo...

El hombre creo a Dios a su imagen y semejanza...