sábado, 24 de diciembre de 2011

Su Némesis.


Su Némesis
Mir Rodríguez Corderí


Era joven.  No era del todo fea.  Vivía en una republiqueta latinoamericana de las más pobres.
País sufrido, eso sí.
Tenía un macho que la mantenía, dos pequeños de por medio, necesidades básicas cubiertas.
Se las pasaba casi todo el día en internet, tuiteando a lo loca, atrayendo cuanto animal masculino hubiera por ahí.
Abusaba de citas sexuales, posiblemente porque siempre llaman la atención y son un perfecto estereotipo  para pasar por superada, cosa que resulta cual miel para los maníacos sueltos por ahí. 
Sintió una suerte de compasión por  él desde un principio.
Mayor, se definía decadente aunque parecía vivir mejor que ella,  con algún que otro conocimiento que podía ayudarla y, a futuro, quizás, un ingreso más en su cuenta bancaria, ¿quién podía negarlo? Todo era potencialmente posible.
Igual deseó sacarle algún jugo ya, sin esperas
Marita no conocía de postergaciones.  Ella exigía. 
Y Pancho no iba a ser la excepción.
El era culto.  Tenía una forma de escribir que la halagaba, la hacía sentirse “personaje”.  Le contó del maltrato, para ser coherente con la impronta de su propio blog, donde había varios posts que aludían al acoso moral y hasta físico de su marido, cosa que era absolutamente falsa, pero servía como anzuelo para incautos. Presentía –y muy bien- que a él lo sensibilizaría algo así y que podía ser un punto más a su favor en la seducción que ejercía sobre Pancho.
Con el tiempo, cayó a sus pies como algunos otros.
No fue difícil mantenerlo interesado unos meses.
Casi desde el principio y sin demasiada antesala romántica comenzó el cibersexo donde él podía dar rienda suelta a su morbo, sin límites.
Marita sabía que ahí estaba la clave para tenerlo interesado.
El primer viernes de diciembre la desilusión cayó vertical, como acostumbra, e hizo un gran agujero en la tierra de ambos. 
Lo cierto es que él enfermó, no estuvo para nadie ese día, tampoco al siguiente.
Ella no dejó de manifestarse por su twitter, tan obviamente pornográfica  como siempre, con alusiones realmente burdas, pero terminó borrando todo al día siguiente y reemplazándolo por algo críptico que yo entendí completamente.



El no escribió ni ese día ni al otro.
Marita, adicta a internet mucho más que al sexo, le dejaba frases sin mentarlo, ora apasionadas, ora rencorosas y francamente vengativas. El las sufría calladamente. 
Ella, para calmarse y dejarlo tranquilo  necesitaba reemplazarlo por algún otro iluso  que la hiciera sentirse una mujer especial, cosa que le resultaba harto difícil, porque hombres  del mismo nivel intelectual que Pancho no descienden tan bajo. 
Y ella estaba muy por debajo de la línea.

El corazón tiene razones que la razón no entiende, que se vuelven muy poderosas cuando se las mezcla con la promiscuidad  y sus perversiones, sumadas a una soledad y a una estructura enfermiza convencida de la inutilidad de casi todo.

Paliativos que le dicen.


Dijeron que fue un pre-infarto

Yo, que lo conocía muy bien, estoy segura que fue otra cosa: lo que sucede cada vez que juegas tiempo de descuento a una edad donde debieras cuidar mucho tu plano emocional,  quedarte en la cama mirando  películas o jugando tu video juego favorito.

Marita siguió tuiteando a su aire.
No perdía oportunidad en lanzarle alguna que otra indirecta.

Yo decidí ser su Némesis.  Y así le fue.



5 comentarios:

eluniversocelta dijo...

Mir, muy bueno, reconoces a varios seres que encuentras por internet, solitarios, pero, en el fondo con una gran dosis de maldad.
En pocas palabras conseguiste describir un ser femenino, solitario, mentiroso y mala persona.
Nada justifica las mentiras, solo una enfermedad mental y mira allá, con muchos límites.
Cariños Auralba Rosa Reggi Acuña
Rivera-Uruguay

Ángel Saiz Mora dijo...

Relaciones a través del ciberespacio, que pueden funcionar, igual que en la vida física si han de hacerlo, aquí la distancia no tiene que ver.
Un relato con mucha fuerza, como todos los tuyos.
Un placer leerte, Mir, como siempre.
Un abrazo

MIRTA CRISTINA RODRIGUEZ CORDERI dijo...

Auralba: Un lujo tener tu comentario en mi blog. Te extraño amiga. Ojalá podamos intercambiar mucho más.
Gracias por ponerlo en Facebook y acá.
Un abrazo enorme
MIR

MIRTA CRISTINA RODRIGUEZ CORDERI dijo...

Mi ángel particular: tú siempre mimándome. Gracias, ambos sabemos encontrarnos en el ciberespacio con todo el cariño que nos tenemos y el respeto mutuo por nuestras letras.

MIR

guerrero9 dijo...

Gracias Mir soy tan ansioso de conocimiento que me veo imposibilitado de leer nada que no sea practico.Un buen diseño requiere ademas la belleza de lo practico y este cuento reúne a ambos ingredientes y me ayuda a elogiarte una vez mas por su brevedad y esclarecimiento de tu real personalidad en el tiempo que nos conocemos"Nuestro mejor juez"el tiempo