Introito
Mis observaciones en este escrito tendrán un vicio: la generalización, pero no sé cómo evitarlo o sanearlo. Valga decir que hay honrosísimas y escasísimas excepciones a lo que aquí apunto. Esta es mi payada:
Desarrollo
1. ¿Qué he hallado como común denominador en este mundo de la Ufología Contemporánea?
· Indiferencia
Me ha llamado poderosamente la atención el nulo interés demostrado por cada ufólogo en lo que un colega dice o piensa o intenta demostrar. Sólo pensar en lo importante que es para cada cual que su esfuerzo sea reconocido, aunque sea en parte, aunque no sea compartido, aunque sea, en definitiva, controvertido, me pone la piel de gallina ante tal impresionante y aplastante mutismo.
Mis observaciones en este escrito tendrán un vicio: la generalización, pero no sé cómo evitarlo o sanearlo. Valga decir que hay honrosísimas y escasísimas excepciones a lo que aquí apunto. Esta es mi payada:
Desarrollo
1. ¿Qué he hallado como común denominador en este mundo de la Ufología Contemporánea?
· Indiferencia
Me ha llamado poderosamente la atención el nulo interés demostrado por cada ufólogo en lo que un colega dice o piensa o intenta demostrar. Sólo pensar en lo importante que es para cada cual que su esfuerzo sea reconocido, aunque sea en parte, aunque no sea compartido, aunque sea, en definitiva, controvertido, me pone la piel de gallina ante tal impresionante y aplastante mutismo.
Este mundo no tiene redes de contención, es salvaje, cruel, profundamente solitario y desapegado ad náuseam.
En las Zonas Oscuras de la mente, Ramiro Calle, expresa que si bien son signos de equilibrio mental y emocional tanto el desprendimiento saludable, el desasimiento sano y el verdadero desapego, la indiferencia, en cambio es un error básico de la mente y conduce a la insensibilidad, la anestesia afectiva, la frialdad emocional y el insano desapego psíquico.
En su sentido coloquial, se trata de una actitud de insensibilidad y puede, intensificada, conducir a la alienación de uno mismo y la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización.
"La indiferencia endurece psicológicamente, impide la identificación con las cuitas ajenas, frustra las potencialidades de afecto y compasión, acoraza el yo e invita al aislacionismo interior, por mucho que la persona en lo exterior resulte muy sociable o incluso simpática. Hay buen número de personas que impregnan sus relaciones de empatía y encanto y, empero, son totalmente indiferentes en sus sentimientos hacia los demás. " (R Calle).
En las Zonas Oscuras de la mente, Ramiro Calle, expresa que si bien son signos de equilibrio mental y emocional tanto el desprendimiento saludable, el desasimiento sano y el verdadero desapego, la indiferencia, en cambio es un error básico de la mente y conduce a la insensibilidad, la anestesia afectiva, la frialdad emocional y el insano desapego psíquico.
En su sentido coloquial, se trata de una actitud de insensibilidad y puede, intensificada, conducir a la alienación de uno mismo y la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización.
"La indiferencia endurece psicológicamente, impide la identificación con las cuitas ajenas, frustra las potencialidades de afecto y compasión, acoraza el yo e invita al aislacionismo interior, por mucho que la persona en lo exterior resulte muy sociable o incluso simpática. Hay buen número de personas que impregnan sus relaciones de empatía y encanto y, empero, son totalmente indiferentes en sus sentimientos hacia los demás. " (R Calle).
Qué mecanismo despliega la indiferencia? Actitud neurótica por excelencia, a veces se refleja como prepotencia o arrogancia, pero muchas otras desemboca en una actitud de modestia y humildad, auto-defensiva.
Sea ya una máscara para ocultar al hipersensible que se autodefiende por miedo al dolor o porque no tuvo satisfacción en sus necesidades de afecto o por otras causas que la imponen, consciente o inconscientemente, la indiferencia es un verdadero tronco de tropiezo para el desarrollo de las mejores potencialidades del ánimo que serán objeto de inhibición o represión, impidiendo el proceso de maduración, si estas autodefensas no son desarmadas en tiempo y forma.
· Colectivo autista
No comprende a los demás, ni se interesa por ellos, no puede disfrutar de la cosa imaginativa ni del intercambio de ideas con los propios miembros , no puede integrar experiencias pasadas y presentes para planificar el futuro, lo único que le queda es repetir las actividades que le proporcionan placer, que se reducen a leerse cada cual a sí mismo.
Sea ya una máscara para ocultar al hipersensible que se autodefiende por miedo al dolor o porque no tuvo satisfacción en sus necesidades de afecto o por otras causas que la imponen, consciente o inconscientemente, la indiferencia es un verdadero tronco de tropiezo para el desarrollo de las mejores potencialidades del ánimo que serán objeto de inhibición o represión, impidiendo el proceso de maduración, si estas autodefensas no son desarmadas en tiempo y forma.
· Colectivo autista
No comprende a los demás, ni se interesa por ellos, no puede disfrutar de la cosa imaginativa ni del intercambio de ideas con los propios miembros , no puede integrar experiencias pasadas y presentes para planificar el futuro, lo único que le queda es repetir las actividades que le proporcionan placer, que se reducen a leerse cada cual a sí mismo.
· Los gentlemen se olvidan fácilmente de serlo
Hay algo de macho alfa que se apodera de los ufólogos masculinos, no se puede precisar a ciencia cierta qué causas abren las compuertas del dique de contención. Digamos que son variopintas.
La mujer, en términos generales, es leída pero no es comentada. Y muy habitualmente es destratada, ya sea lisa y llanamente, ya sea en forma elíptica, con ese no sé qué de padre bonachón que te dice “nena, estás algo equivocada” o de maestro ciruela que se llama a conducir a mejor puerto las conclusiones de la “ufóloga” que le toque en suerte “yo te voy a dar un mejor punto de vista”.
Mucha condescendencia y poca aquiescencia, digamos.
· Los nenes con los nenes
Hay algo de macho alfa que se apodera de los ufólogos masculinos, no se puede precisar a ciencia cierta qué causas abren las compuertas del dique de contención. Digamos que son variopintas.
La mujer, en términos generales, es leída pero no es comentada. Y muy habitualmente es destratada, ya sea lisa y llanamente, ya sea en forma elíptica, con ese no sé qué de padre bonachón que te dice “nena, estás algo equivocada” o de maestro ciruela que se llama a conducir a mejor puerto las conclusiones de la “ufóloga” que le toque en suerte “yo te voy a dar un mejor punto de vista”.
Mucha condescendencia y poca aquiescencia, digamos.
· Los nenes con los nenes
Hay bastante de gallos de riña en este escenario.
Ni hablar de las disputas de egos entre escépticos = debunkers y magufos = creyentes=crédulos: ésas ocupan el centro de atención, el punto álgido de la convivencia colectiva.
Se dicen de todo, con abundancia de argumentos ad hominem –como aprendí en Filosofía y en Historia de las Ideas y que acostumbro mentar habitualmente. Es lo de rigor, ninguno va a dar el brazo a torcer en este tipo de contiendas y ninguno va a convencer al otro con sus razones.
Enfrentamientos estériles, si los hay. Por estas razones muchos grandes no participan en listas o grupos, como es el caso de Ignacio Darnaude, a quien por cábala, invito cada año, con la consabida respuesta negativa.
Aquéllos que se han cansado de ser atacados por la parte contraria, han bajado mucho su participación, y lo que es más grave, son siempre los mejorcitos. Me vienen a la cabeza dos ejemplos, polares, es decir, cada uno de la díada creyente-no creyente, uno, Moisés Garrido que se fue de Otras Inteligencias decepcionado de tanto palo y palo y ataques irracionales; el otro, Gustavo Fernández, que se ha dedicado a minimizar sus intervenciones a un campo neutral, evitando entrar en todo tipo de confrontación.
La confrontación enerva, quita tiempo y es tan inútil que uno termina preguntándose para qué, si nadie va a cambiar el libreto de nadie.
Nos olvidamos que muchos buscan respuestas sin ningún ánimo combativo. Y que los más aceptan las diferencias porque de ellas se aprende mucho. Lástima que esta élite de provocadores termine por agotar a los hombres de buena voluntad. Todo esto ocurre ante los mismos ojos, que nunca hacen nada al respecto.
Y el circo sigue……………….
En mi caso particular, apelo a la ironía como buen remedio académico, pero escasas veces lo entienden. Me pasa con Belduque y con Keith Coors, que pasan de lo irritativo a la denostación con una ligereza que escuece. A veces me parece que se creen realizando una tarea mesiánica y que los convoca a no dejar creyente con cabeza.
En lo que atañe a Keith vale decir que su dedicación científica es encomiable, de lo que su blog da cuenta con creces, sólo que es demasiado sanguíneo con lo que defiende, al igual, desde la otra margen del Rubicón, que Adolfo Gandin Ocampo, y por eso dejan arrasada la tierra al mejor estilo Atila cada vez que salen armados.
Pintorescas anécdotas propias de este mundillo.
2. El dogma escéptico
No faltarán personas que se pregunten por qué razón los escépticos se suscriben a grupos ufológicos de marcada tendencia creyente. Baste señalar que la inversa es harto rara. En fin, pero ahí están.
Citando a Stanton Friedman: Las herramientas principales son las de los propagandistas, como la elección muy selectiva de los datos, el uso de apelativos positivos y negativos, y la tergiversación.
Y hablando de los escritores activos que no son escépticos en el verdadero sentido de la palabra, agrega “Son detractores haciendo todo lo posible para engañar a un público curioso. Ellos saben las respuestas, por lo que no necesitan realmente investigar. La proclamación es más su estilo. El engaño es el nombre del juego.”
Escépticos, decíamos los hay extremos y negacionistas, que apelan a la ridiculización de los crédulos y de sus creencias y que se han comprado la Verdad Absoluta en alguna barata mientras paseaban al perro o al gato. Me viene ahora uno a la cabeza, que se da el lujo de hacer ranking con personas, por supuesto aquéllas que no piensan como él, y con fines puramente lúdicos. Me da vergüenza ajena.
Los hay sesudos y honestos, honorables y de soberbia apertura mental, adaptativos y que intentan tan sólo desbrozar el escenario de fakes y picardías, como el caso de Leopoldo Zambrano Enríquez, Paulo Poian, Kentaro Mori.
Con ellos el creyente puede convivir sin problema alguno. Como dice Leo, mi moderador en Otras Inteligencias, los crédulos somos los que tenemos que demostrar por qué afirmamos la existencia de algo; ellos, los escépticos, sólo dudan de la misma y la someten a cartabones científicos.
Gracias al sentido común, en los estrados judiciales debe demostrar su razón el que afirma o el que niega……… pero en este mundo que estoy detallando, el sentido común es el menos común de los sentidos, para usar una frase remanida.
¿Qué es la lógica?
"la ciencia del razonamiento, del examen, del pensamiento y la inferencia".
La lógica permite analizar una afirmación o un razonamiento y determinar si es correcto o no.
¿Qué es un razonamiento? Un razonamiento es una serie de afirmaciones conectadas para establecer una proposición definida: La conclusión.
Los creyentes somos más simplones: creemos en una posibilidad y esperamos pacientemente que la ciencia llegue a explicar tales fenómenos o que simplemente se hagan presentes de manera indubitable y hasta los escépticos deban aceptarlos. En el entretanto ‘creemos y punto’.
Y esa es nuestra razón, que para nosotros es tan lógica como la que más.
Ni hablar de las disputas de egos entre escépticos = debunkers y magufos = creyentes=crédulos: ésas ocupan el centro de atención, el punto álgido de la convivencia colectiva.
Se dicen de todo, con abundancia de argumentos ad hominem –como aprendí en Filosofía y en Historia de las Ideas y que acostumbro mentar habitualmente. Es lo de rigor, ninguno va a dar el brazo a torcer en este tipo de contiendas y ninguno va a convencer al otro con sus razones.
Enfrentamientos estériles, si los hay. Por estas razones muchos grandes no participan en listas o grupos, como es el caso de Ignacio Darnaude, a quien por cábala, invito cada año, con la consabida respuesta negativa.
Aquéllos que se han cansado de ser atacados por la parte contraria, han bajado mucho su participación, y lo que es más grave, son siempre los mejorcitos. Me vienen a la cabeza dos ejemplos, polares, es decir, cada uno de la díada creyente-no creyente, uno, Moisés Garrido que se fue de Otras Inteligencias decepcionado de tanto palo y palo y ataques irracionales; el otro, Gustavo Fernández, que se ha dedicado a minimizar sus intervenciones a un campo neutral, evitando entrar en todo tipo de confrontación.
La confrontación enerva, quita tiempo y es tan inútil que uno termina preguntándose para qué, si nadie va a cambiar el libreto de nadie.
Nos olvidamos que muchos buscan respuestas sin ningún ánimo combativo. Y que los más aceptan las diferencias porque de ellas se aprende mucho. Lástima que esta élite de provocadores termine por agotar a los hombres de buena voluntad. Todo esto ocurre ante los mismos ojos, que nunca hacen nada al respecto.
Y el circo sigue……………….
En mi caso particular, apelo a la ironía como buen remedio académico, pero escasas veces lo entienden. Me pasa con Belduque y con Keith Coors, que pasan de lo irritativo a la denostación con una ligereza que escuece. A veces me parece que se creen realizando una tarea mesiánica y que los convoca a no dejar creyente con cabeza.
En lo que atañe a Keith vale decir que su dedicación científica es encomiable, de lo que su blog da cuenta con creces, sólo que es demasiado sanguíneo con lo que defiende, al igual, desde la otra margen del Rubicón, que Adolfo Gandin Ocampo, y por eso dejan arrasada la tierra al mejor estilo Atila cada vez que salen armados.
Pintorescas anécdotas propias de este mundillo.
2. El dogma escéptico
No faltarán personas que se pregunten por qué razón los escépticos se suscriben a grupos ufológicos de marcada tendencia creyente. Baste señalar que la inversa es harto rara. En fin, pero ahí están.
Citando a Stanton Friedman: Las herramientas principales son las de los propagandistas, como la elección muy selectiva de los datos, el uso de apelativos positivos y negativos, y la tergiversación.
Y hablando de los escritores activos que no son escépticos en el verdadero sentido de la palabra, agrega “Son detractores haciendo todo lo posible para engañar a un público curioso. Ellos saben las respuestas, por lo que no necesitan realmente investigar. La proclamación es más su estilo. El engaño es el nombre del juego.”
Escépticos, decíamos los hay extremos y negacionistas, que apelan a la ridiculización de los crédulos y de sus creencias y que se han comprado la Verdad Absoluta en alguna barata mientras paseaban al perro o al gato. Me viene ahora uno a la cabeza, que se da el lujo de hacer ranking con personas, por supuesto aquéllas que no piensan como él, y con fines puramente lúdicos. Me da vergüenza ajena.
Los hay sesudos y honestos, honorables y de soberbia apertura mental, adaptativos y que intentan tan sólo desbrozar el escenario de fakes y picardías, como el caso de Leopoldo Zambrano Enríquez, Paulo Poian, Kentaro Mori.
Con ellos el creyente puede convivir sin problema alguno. Como dice Leo, mi moderador en Otras Inteligencias, los crédulos somos los que tenemos que demostrar por qué afirmamos la existencia de algo; ellos, los escépticos, sólo dudan de la misma y la someten a cartabones científicos.
Gracias al sentido común, en los estrados judiciales debe demostrar su razón el que afirma o el que niega……… pero en este mundo que estoy detallando, el sentido común es el menos común de los sentidos, para usar una frase remanida.
¿Qué es la lógica?
"la ciencia del razonamiento, del examen, del pensamiento y la inferencia".
La lógica permite analizar una afirmación o un razonamiento y determinar si es correcto o no.
¿Qué es un razonamiento? Un razonamiento es una serie de afirmaciones conectadas para establecer una proposición definida: La conclusión.
Los creyentes somos más simplones: creemos en una posibilidad y esperamos pacientemente que la ciencia llegue a explicar tales fenómenos o que simplemente se hagan presentes de manera indubitable y hasta los escépticos deban aceptarlos. En el entretanto ‘creemos y punto’.
Y esa es nuestra razón, que para nosotros es tan lógica como la que más.
3. ¿El protagonismo impide la existencia de una Ufología Colegiada?
A mí particularmente me sacan de quicio determinados defectos de este colectivo, como que las investigaciones se quedan sin terminar, sin conclusiones ciertas, porque hay desinterés, o desánimo, da lo mismo, que lleva a los ufólogos a no ayudar a otros o a concluir investigaciones iniciadas por otros.
No hay límites para establecer un campo de estudio. Como no hay límites ni hay reglas, tampoco se lleva una memoria histórica de hechos, cada quien opina lo que le viene en gana, a fin de cuentas todo es posible.
Un ejemplo muy palpable… las naves triangulares. Cuando salieron al ruedo ufológico, todos estuvieron de acuerdo en que funcionaban con electromagnetismo; sin embargo en una nota de un OVNI FORTUITO, se dice que un triángulo dejaba estela.
Si no hay un canon, no hay una base firme para una real investigación. Y si no hay una real investigación, cada quien tendrá sus ideas, y si el trabajo de otro no va en el mismo sentido, no se opinará nada tras leerlo.
Como dice Leo continuamente: “Ya lo he comentado muchas veces; lo que se pueda decir será siempre ‘una opinión más’ Y la verdad, cansa explicar lo mismo ‘n’ veces. Un foro nunca será un grupo de investigación. Sólo de divulgación. La libre expresión (que no siempre es atendida) y el ingreso de ‘curiosos’ al medio ufológico, contaminan la investigación bajo la premisa: ´Todo es posible´. Y ante esta máxima, ¿quién le teme a Virginia Wolf? ”(Leopoldo Zambrano).
No hay límites para establecer un campo de estudio. Como no hay límites ni hay reglas, tampoco se lleva una memoria histórica de hechos, cada quien opina lo que le viene en gana, a fin de cuentas todo es posible.
Un ejemplo muy palpable… las naves triangulares. Cuando salieron al ruedo ufológico, todos estuvieron de acuerdo en que funcionaban con electromagnetismo; sin embargo en una nota de un OVNI FORTUITO, se dice que un triángulo dejaba estela.
Si no hay un canon, no hay una base firme para una real investigación. Y si no hay una real investigación, cada quien tendrá sus ideas, y si el trabajo de otro no va en el mismo sentido, no se opinará nada tras leerlo.
Como dice Leo continuamente: “Ya lo he comentado muchas veces; lo que se pueda decir será siempre ‘una opinión más’ Y la verdad, cansa explicar lo mismo ‘n’ veces. Un foro nunca será un grupo de investigación. Sólo de divulgación. La libre expresión (que no siempre es atendida) y el ingreso de ‘curiosos’ al medio ufológico, contaminan la investigación bajo la premisa: ´Todo es posible´. Y ante esta máxima, ¿quién le teme a Virginia Wolf? ”(Leopoldo Zambrano).
Conclusión
En apretada síntesis, el no pocas veces vapuleado mundo ufológico aparece a primera vista desorganizado, caótico, fraccionado, apático hacia adentro, protagónico hacia afuera, sin redes de contención internas o externas, mixturado, compartimentizado, distante y desarticulado.
Se hace ultra necesario, por ende, instaurar mecanismos de colegiación, de normatización y de socialización a corto plazo.
Esto lo he escrito con la mayor objetividad de la que soy capaz, usando herramientas conceptuales de tipo académico y tratando al mismo tiempo que fuera fácil y entretenido para la lectura. Muchos me criticarán por esto, lo lamento por ellos.
Al mismo tiempo, estoy pensando que quizás mañana aparezca en un selecto ranking, ‘simpático’ y curioso por cierto, dado que funciona según se encuentre el hígado de alguien, ¿o era la bilirrubina? Adelanto que me nefrega, que es lo mismo que decir me importa un rábano, un comino o un bledo y tres velines.
MIR
2 comentarios:
Hola Mir:
Muy buen artículo, aún desde la (necesaria) subjetividad que implica el reflejo de tu lectura personal. Tan subjetivo como será mi propio comentario, aún más por haber sido elegido (njho creo que merecidamente) para ser ilustrativo de una de tus conclusiones.
Pero es así, nomás. Ya conocés mi pensamiento: los debates -especialmente en internet- son riñas mediáticas de gallos intelectualizados donde cada uno trata de exhib ir sus mejores plumajes y se retira de la contienda totalmente convencido que él -o ella- tiene toda la razón. Y agregaría: aburriendo a una platea qiue sigue los dos o tres primeros interccambios y luego simplemente borra de su bandeja de entrada los subsiguientes mensajes, sólo leídos por los protagonistas (que, como he escrito en algún lugar, deben presionar "Enviar" con un pensamiento tipo "¡Tomá pa'vos!" y, claro, los amigos de uno u otro bando.
Lo realmente interesante de este maremágnum es otra vez el aspecto humano: porqué en estas lides somos más autistas que en otros campos del saber humano?. Lo seremos en verdad?. Porqué los "panrrefutadores militantes" -que no escépticos- persisten tratando de convencer de lo contrario, en un medio donde, por definiciòn de ellos mismos, poco hay de interesante y novedoso?. Cómo se vería que yo, que siento alguna adversiòn, por ejemplo, al fútbol, se sumar a foros de fanáticos de Boca o River sólo para criticar su afición, tratando de desnudar sus limitaciones y falencias?
En el fondo -muy en el fondo- creo que en realidad sólo se busca, por estos últimos, la "destrucciòn del objeto de deseo", al no poder alcanzarlo. Y por parte de los demás -nosotros- boyar entre el (por suerte) no fenecido idealismo adolescente de que podemos "marcar una diferencia" y exponer una actividad que amamos: sólo así se explica que algo que es visto como cosa de locos por la gente "normal", que no produce dinerillos como tantas otras actividades, que quita tiempo al descanso, la familia o a las tareas "serias" de la vida, sólo por amor, insisto, se explica tanta pasiòn. Y, ya sabemos, todo amor es egoísta y egocéntrico en el mundo de la naturaleza humana. Si "nadie ama como yo" (como sabemos sentimos y pensamos habitualmente), aplicando su reflejo en el mundo de la Ovnilogía (¿por qué "Ufología"?), "nadie investiga como yo".....
Abrazote
Excelente Mirta. Todo aficionado a los ovnis que sea admirador de Fabio Zerpa, J.J.Benítez o Jaime Maussán pasará a considerarlos unos charlatanes desde que él mismo se convierta en ufólogo, y a ignorarlos si se convirtiera en miembro o líder de grupo contactista (los considerará unos ignorantes que no poseen la "Verdad Revelada", y unos comerciantes que hicieron el dinero que el grupo no hará con su "Misión"). Ni la ufología ni el contactismo parten de los valores humanos, sino de que estamos en una sociedad engañada llena de ignorantes y escépticos contra quienes habrá de defenderse una hipótesis o una verdad, en busca de una minoría interesada en estos temas, a la cual la competencia (otros ufólogos y contactados) pretende convencer o venderle conferencias, congresos, libros, revistas, vídeos o excursiones. Y si no hay algo redituable que vender, basta con pretender la adhesión a las ideas de uno, que son distintas de las del otro. Y es necesario que sean distintas, porque es riesgoso tener ideas afines: se corre el riesgo de que el público opte por el de la competencia, que ofrece lo mismo. La afinidad sirve para las alianzas contra algún tercero, cuando unos cuántos se ponen de acuerdo en que hay que voltearlo entre todos, porque la gente le está prestando mucha atención. Eso implica que cuando sea alguno de ellos el que presente algún testimonio que capte la atención del público, se sepa que con quienes menos adhesión y respaldo se va a contar, será por parte de los colegas, que se sabrá que van a empeñarse en refutarlo. Por eso cada uno termina en lo suyo y hablando mal de los otros por detrás, mientras de frente se los saluda amistosamente en los eventos ufológicos o fraternales del contactismo. Los peores enemigos nunca serán los escépticos (que se aburren solos entre ellos porque los ufólogos y creyentes no entran en sus grupos, por eso tienen que entrar a los grupos de éstos a entretenerse un poco); el peor enemigo es el que surge dentro de las propias líneas. Pero no creo que a Zerpa, a Benítez o a Maussán les importe que muchos de sus ex fans ahora sean quienes peor hablan de ellos. Seguramente ellos saben muy bien cómo funciona este negocio, y cómo es la cuestión de las motivaciones del consumidor. Y en cuanto a los ufólogos y divulgadores de mensajes contactistas que terminaron, como empezaron, en charlitas de barrio, y no llegaron a la tele o a editorial Planeta, y que dicen que los famosos son unos viles comerciantes, me viene a la memoria una frase que leí en un centro de reuniones de temas metafísicos, extraterrestres y afines: "Ésta es una institución sin fines de lucro (no era nuestra intención, pero resultó así)".
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