Mis pies se enredan
en tus dudas
Y de tanto tropezar
he adquirido
Esa facultad de
trapecista
Sin red abajo
Tropezando me he
acostumbrado
A que hesitar para ti
Es como respirar.
Suspicacias aparte
Sueles aplicar la
rigurosa ley
Del vaso medio vacío
La implacable norma
Del dedo de Santo-Tomás
En las heridas
Para aceptar las
huellas de la lanza
¡Pardiez!
Tener que lidiar con
tu desconfianza
Cada día del
almanaque
¡Parveinte!
Verme obligada a
resignarme
Ante tu estructura titubeante
Tu valija llena de
recelos
Y perplejidades
¡Partreinta!
Ya casi comienzo a oscilar
Como péndulo sin
rumbo
Sólo por tu recidiva
De incertidumbres
Y vacilaciones
Yo te aviso:
Me bajo aquí.
En tierra firme.
Mir Rodríguez Corderí
3 comentarios:
Y en suelo firme, seguir cantando a la belleza. Gracias, Mir por tus versos y tu visión de la vida.
Un gran abrazo.
Jeniffer Moore
Dicen que de los tropiezos de aprende, pero cuando los trompicones son constantes es mejor buscar tierra firme.
Hermoso poema, Mir.
Abrazos
Como los capricornianos, tierra firme, igual que ellos. Besos,
Mir
Publicar un comentario