Charla con José Luis Giménez, escritor y amigo

Esta no es una entrevista más
Joselú, como lo llamo yo, es un amigo y a los amigos no se los entrevista, se les conversa
Corrijo, entonces:

Charla con José Luis Giménez, escritor y amigo

M: Dime Joselú, ¿cómo te ha tratado la vida inmediatamente después de la publicación de El Legado de María Magdalena?
JLG: Creo que la vida siempre me ha tratado bien... de hecho pienso que soy muy afortunado. El legado... quizás haya supuesto una pequeña recompensa o satisfacción personal, que con el tiempo, me di cuenta que era extensiva a todo aquél que camina en pro de la Verdad.

M: ¿Cómo te trata la vida ahora que vas por la segunda edición de “El Legado de María Magdalena”, y la publicación de "El Manuscrito de Adán" y de "El triunfo de María Magdalena - Jaque mate a la Inquisición"?
JLG: Como ya he dicho, siempre me ha tratado bien, y ahora no ha dejado de hacerlo, porque, en definitiva, la vida nos trata tal como nosotros dejamos que nos trate. La publicación seguida de mis otros libros: El manuscrito de Adán y El Triunfo de María Magdalena - Jaque mate a la Inquisición, no son más que la consecuencia de mi trabajo y empeño en hacer lo que me gusta: investigar y escribir. Sin perderme en laberintos estériles que no conducen a nada.

M: ¿Siempre pensaste en escribir? Y en publicar? Dime desde cuándo
JLG: No, la verdad es que todo surgió a raíz de un viaje que resultó ser iniciático, y que me llevó a recorrer los lugares mágicos y de poder que existen en el recorrido del Nilo, en Egipto. Es la historia de mi vida que narro en mi libro El manuscrito de Adán.

M: ¿Qué gustos amargos te ha dejado el volverte conocido a raíz de la publicación de tus libros?
JLG: Bueno, en primer lugar, no creo que yo sea conocido... a excepción de mis amigos y algún vecino. Pero si tengo que lanzar una crítica, lo haré no por mí solamente, sino por todos aquellos autores que se ven menospreciados por las editoriales y agencias literarias, que no se molestan en conocer sus trabajos y menos aún valorarlos, ya que únicamente buscan el negocio fácil, a través de nombres de autores famosos, que sin desmerecer sus trabajos, no implica que tengan que ser mejores que el de autores desconocidos. Pienso que en este sentido, los organismos oficiales y los medios (casi siempre dirigidos y controlados) tienen mucha parte de culpa, al no potenciar la cultura, o favorecer siempre a los mismos ( los mismos famosos que siempre son los mismos premiados. Como la pescadilla que se muerde la cola). El amiguismo en los medios es tan notorio y evidente... que huelga decir mucho más.

M: ¿Tienes alguna anécdota que contar con relación a tus libros, o a alguno de ellos?
JLG: Pues sí, tengo alguna... aunque quizás la más ilustrativa sea la que aconteció durante la feria del libro en Zaragoza en el 2005, donde una monjita, se acercó al stand de la librería donde yo estaba firmando mis ejemplares y observaba con atención mi libro El legado de María Magdalena, sin atreverse a comprarlo. Al darme cuenta de la situación le pregunté si le interesaba el tema... respondiéndome que no, que ella no leía esas "marranadas"... además de que se lo habían prohibido en la Iglesia... le contesté que ¿cómo dice que se lo han prohibido leer, si este libro acaba de ser publicado hace tan sólo unos días? Evidentemente, la pobre mujer estaba confundida con el famoso "Código Da Vinci" de Dan Brown. Entonces le comenté que ese libro no era el Código Da Vinci, y le mostré algunas de las fotografías que aparecían en el libro, sobre todo la que mostraba a María Magdalena embarazada... ¡casi le da un soponcio! la monjita soltó el libro como si se tratase de un bicho... y a continuación dijo: "ese cuadro, seguro que lo ha pintado un pintor porque el autor le ha pagado mucho dinero"
Cuando le dije a la monjita que el autor era yo y que no podía haber pagado nada al pintor del cuadro, ya que este cuadro fue realizado en el año 1603 y por tanto, yo aún no había nacido (a pesar de que alguien lo dude, juro que no tengo 405 años :)) La Monja con semblante de extrañeza me responde: "¿pero hijo... como alguien con esa cara de buena persona escribe esas cosas...?
Ya sólo me quedaba una cosa por hacer: y era regalarle el libro a la monja, para que lo leyese y así, tuviera conocimiento de causa para criticar el libro. Así se lo dije a la monjita y así hice: le regalé el libro con la única condición de que lo leyese y después opinase. Ella, muy contenta con el regalo, me pidió que se lo dedicase, a lo que accedí muy complacido.
La anécdota vino después, al cabo de unas semanas, cuando la propietaria de la librería me llama y me dice que la monjita -a la que ella conocía personalmente- había vuelto a la librería a comprar varios ejemplares para otras hermanas, y le dijo que ese libro le había tocado la fibra... ¡que le había gustado mucho! Bueno, como ves, no hay que fiarse de las apariencias.

M: ¿Tienes predilección por alguna de tus creaturas?
JLG: Eso es como si me preguntas a cuál de mis tres hijos quiero más... son tres hijos diferentes, hermanos, del mismo padre, pero diferentes. Cada cual con su estilo, su carácter... pero únicos.

M: ¿Cuánto tiempo privado te resta desde que te lanzaste a esta carrera de escritor?
JLG: Todo el tiempo que no necesita mi familia de mí, lo invierto en escribir, puesto que para mí no es ningún trabajo, sino un hobbie, una gratificación.

M: La Leyenda del Santo Grial ¿responde a una concepción mítica o a una realidad ontológica?
JLG: Tal como describo, detallo y creo demostrar en mi último libro El Triunfo de María Magdalena - Jaque mate a la Inquisición, la leyenda del santo Grial, está más cerca de la realidad que de la ficción. Para mí, sin duda alguna, se trata de una parte de la Historia cristiana que ha sido manipulada.

M: María Magdalena ¿por qué la pecadora de todos los vicios en lugar de la Apóstol de los Apóstoles
JLG: María Magdalena siempre fue reconocida por los seguidores del maestro Jesús como la "Apóstol de los apóstoles", no en vano era su Koinonós (su compañera sentimental). Es precisamente a partir de que la Iglesia Paulina, pasa a ser la religión oficial del Imperio romano tras el Concilio de Nicea en el 325 ( Iglesia Católica Apostólica y Romana) que la figura de la mujer en el estamento eclesiástico no está bien visto, sobre todo por la condición patriarcal de la propia Iglesia y es entonces , en concreto en el año 591, cuando el Papa Gregorio I Magno, decide que la mujer no puede oficiar en la Iglesia como lo hace el hombre, ya que sería algo indigno...
Para ello, no se le ocurre otra cosa que decir públicamente en una homilía celebrada el 14 de septiembre de dicho año, que la pecadora a la que se refiere Lucas, Marcos y Juan en sus respectivos Evangelios, no es otra que la propia María Magdalena, ya que según dicho Papa, le fueron sacados siete demonios de su cuerpo ¿y qué significa eso sino que es la pecadora de todos los vicios?... Bueno, como verás, este Papa tenía unos argumentos muy sui generis... carentes de la más mínima prueba documental, ya que ni siquiera se menciona a María Magdalena en ningún Evangelio como la prostituta redimida y sí, en cambio, como la Apóstol de los apóstoles. Para no extenderme demasiado, decir que, a pesar de que en el año 1969 el Papa Pablo VI ya decía que María Magdalena no era la prostituta del Evangelio y que todo se debía a un error de interpretación por parte del Papa Gregorio I Magno, haciendo cambiar el misal y volviendo a otorgar a María Magdalena el titulo de Apóstol de los apóstoles, lo cierto es que la Iglesia lo ha dicho con la boca pequeña y aún hoy día, gran cantidad de clérigos y fieles católicos, siguen creyendo que la figura de María Magdalena se corresponde con la prostituta arrepentida del Evangelio.

M: Los temas de tus libros han sido elegidos al azar?
JLG: Para mí el azar hace tiempo que dejó de existir... nada es casual. La casualidad no existe, o como ya dijese en mis libros: "No cae la hoja del árbol sin que esté meticulosamente planificado".

M: ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
JLG: Mantener una amena charla con mis amigos... como ahora.