Tanto
tiempo y jamás
Moría
ya la tarde
O
resucitaba la noche.
-Todo
es cuestión de perspectiva-
Golpeabas
los dedos contra la mesa
Mordisqueabas
tus labios
Meneabas
tu neurosis obsesiva.
Observarte
de lejos
Sin
que puedas saberlo
Con
mi notable mirada compasiva.
¡Tanto
tiempo y jamás!
¡Tanto
silencio y siempre!
¡Tanta
pérdida de masa sensitiva!
Mir
Rodríguez Corderí
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