como olvidándose de los gestos,
de los rostros, de los lazos,
de que nos gusta la
ópera
y las tardes con
sabor agridulce
a naranjas y a estío…
de que una vez tuvimos
un triciclo azul.
Así, como diciendo
esta mano no es mía,
que sería estar negando
toda posible caricia,
toda cicatriz de ternura vieja.
Como preguntándonos
el nombre
porque sí,
porque se nos ocurre simular
que no sabemos
que todo
- - nosotros, nuestro, tú, yo, tuyo , mío -
es un espacio vacío,
un embarazo interrupto,
como una semilla de tiempo
que no ha podido germinar.
Mir Rodríguez Corderí
1 comentario:
No son solo relatos, un poema que también se sueña Mir, bellísimo, como siempre, gracias por compartirlo..
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