¿Quién te ha dado el derecho a ese rostro?.
Lo mostrás sin remordimientos,
con impunidad,
como si no supieras que tus ojos,
implícitos y asombrados,
deslumbran cuando miran.
¿Cómo podés aparecerte así
tan aristocrático y distinguido
sin sonrojarte siquiera?.
Con ese cuerpo esbelto,
esa altura…
Decime ¿cuál es tu excusa
de vivir seduciendo?.
¿Cómo puede ser que te permitan
andar libre, hechizando,
sin límites ni mesura?.
Tantos dones
para un solo mortal
Capricho de los dioses
que a esta edad
sin pedir mi consenso
me invade con estos celos
de los que sos causa y motivo
Razón de lo irracional:
Tu rostro, tu andar, tu voz,
tus sueños y tu interior.
MIR
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